Operaciones de atraque, desatraque, fondeo y recalada de buques en los puertos canarios

Resumen

Maniobras con buques: La brillantez en el manejo de un buque en las maniobras portuarias es, sin lugar a dudas, una cualidad innata en determinadas personas. Hoy en día la tecnología ha hecho menos vulnerable a los buques y también le proporcionan nuevas posibilidades que le permiten ampliar sus facultades de acción con eficacia antes desconocida y le facilitan las formas de eludir los peligros inherentes en las maniobras aportando asimismo una capacidad de actuación a aquellos mandos inexpertos. Para la ejecución de la maniobras de atraque, desatraque así como el fondeo, es esencial tener un claro conocimiento del puerto y de las posibilidades del buque y saber apreciar las condiciones de viento y mareas. Además de tener un claro plan ya preconcebido de la maniobra a realizar y los movimientos necesarios para efectuarla con éxito. No hay que olvidar que la maniobra es una tarea absorbente y el conocimiento así como un temperamento frio, para apreciar las circunstancias básicas, son imprescindibles para llevarla a cabo con éxito. En el orden operativo, conviene observar que los principales factores que influyen de una manera determinante en las cualidades de la maniobrabilidad de un buque son, en primer lugar, su estado de carga, ya sea en lastre a media o plena carga. En segundo término destacamos al viento reinante y los efectos de las mareas. La apreciación de las observaciones del maniobrista depende en gran parte de su posición relativa en el puente de mando. Un puente alto casi siempre proporciona una mejor visibilidad de todo el horizonte, pero desde esta posición todos los objetos bajos y al nivel del agua también parecen estar más cerca de lo que en realidad se encuentran, en cambio desde un puente bajo los objetos parecen más lejanos. La natural precaución del maniobrista predispone generalmente a suponer menor la distancia. Los Puertos canarios: El sistema portuario de las Islas está constituido por una compleja red en la que cabe distinguir puertos de muy distinta naturaleza, condiciones y problemática, pero que presentan como característica común un notable aumento de actividad en los últimos años; donde hay que señalar las nuevas infraestructuras portuarias que han permitido el atraque a unos tipos de barcos impensable hace una década. En el campo de la estrategia marítima, la seguridad de las maniobras en los puertos canarios y desde un punto de vista tecnológico cabe distinguir algunos factores que afectan en la operatividad dentro de una gama de intereses que hay que contemplar por separado: 1.-Las restricciones en la rapidez en las arrancadas de los motores para el giro de la hélice derivadas en la utilización de aire comprimido, ha sido superada en otros tipos de barcos como son los ferries con el empleo de hélices cuyas palas pueden ser orientadas a voluntad y que por tal razón se las llama hélices de paso variable o de paso alterable, en las que el eje de la hélice gira constantemente en un sentido, lo que evita tanto los arranques como la dependencia de la orden desde máquinas, dado que su ejecución se realiza directamente desde el puente y no desde la sala de máquinas. Estas hélices permiten invertir el empuje que proporcionan al buque sin necesidad de cambiar el sentido de giro del eje propulsor. 2.-El termino de la era las hélices y timones convencionales y la presencia del sistema de propulsión Azipod provoca en la palestra marítima trastornos de reajustes, de tal entidad que aún parece aventurado determinar con exactitud la importancia y trascendencia de su significado en la maniobrabilidad de los barcos. El sistema Azipod continúa ganando terreno en el mundo marítimo, el cual consiste en un novedoso elemento para combinar propulsión y sistema de gobierno. El motor eléctrico usado para dar vuelta al propulsor se contiene en una unidad sumergida del propulsor capaz de rotar libremente alrededor de su eje vertical. Este sistema fue creado en Finlandia para aumentar la maniobrabilidad, y por tanto la funcionalidad, de los barcos rompehielos. Esta capacidad la proporciona un motor alojado en una góndola sumergida, orientable en un intervalo de 360°. Actualmente Azipod cubre todo el sector naval, desde los barcos de servicio en alta mar hasta los grandes cruceros y transbordadores para cortas distancias, pasando por los petroleros y barcos pesqueros de arrastre. La utilización del sistema se está generalizando y así lo subrayan las nuevas instalaciones para un buque de aprovisionamiento multifuncional y para barcos de aprovisionamiento naval. 3.-Las características evolutivas de los buques son altamente insuficientes, en general cuando existen limitaciones de espacio en el área de maniobra, como suele ocurrir en varios de los puerto canarios. El buque necesita, por sus propios medios, grandes espacios libres tanto por su proa como por su través. Los puertos de las Islas Canarias y sus dársenas de atraque pueden representar limitaciones muy importantes para los objetivos de toda maniobra, en lo referente a su seguridad estructural en la prevención de impactos con instalaciones fijas y en la necesidad de reducir los tiempos de maniobra a los mínimos precisos, si se aplican criterios de rentabilidad en la explotación del buque. Interesa destacar, que una maniobra podrá realizarse de muchas y variadas formas dependiendo según quien la ejecute, siempre y cuando se cumplan los pametros de seguridad. No obstante, algunas maniobras tienen una solución reconocida y aceptada por la mayoría de los marinos, pues su consecución es segura y sencilla. Es evidente por ello, que la seguridad de la maniobra en todas las circunstancias dependerá de unas acciones requeridas, basadas en unas técnicas de maniobra precisas, que necesariamente deberán ejecutarse con la suficiente antelación, antes de que los efectos no puedan ser controlados por los medios de maniobra del buque. Siguiendo el criterio general de la maniobra moderna, en la que prácticamente todo puede ser cuantificado, en una aproximación válida para las circunstancias en que se desarrolla la navegación comercial, donde las fuerzas y momentos que se generan en el término general de una maniobra de atraque se imbrican como las hebras componentes de un hilo en uno de cuyos extremos radica la cima conductora de la maniobra y en el otro las realizaciones ejecutadas en el eslabón más bajo de la estructura. Hebras recorridas por flujos de decisiones descendentes e informaciones ascendentes y descendentes, vitalizadoras de los actos realizados en cada nivel, conforme a un plan general en el que todos participan y actúan con responsabilidad propia y conocimiento de causa.