Evaluación de los cambios en la activación cerebral en el tratamiento psicológico de las fobias específicas a pequeños animales

  1. Álvarez Pérez, Yolanda Beatriz
Dirigida por:
  1. Wenceslao Peñate Castro Director
  2. Francisco Luis Rivero Pérez Director

Universidad de defensa: Universidad de La Laguna

Fecha de defensa: 13 de septiembre de 2019

Tribunal:
  1. Gualberto Buela Casal Presidente/a
  2. Teresa Olivares Pérez Secretaria
  3. María Ángeles Pérez San Gregorio Vocal
Departamento:
  1. Psicología Clínica, Psicobiología y Metodología

Tipo: Tesis

Teseo: 600695 DIALNET lock_openRIULL editor

Resumen

Existen diversas teorías sobre los factores fisiológico-emocionales implicados en el origen y mantenimiento de las fobias específicas. Entre ellas destacan la teoría del procesamiento emocional y la teoría de la inhibición del aprendizaje, apoyándose ambas en la doble vía de procesamiento de la información presente en el circuito neural de las emociones. En este circuito, la vía rápida (no consciente) está relacionada con las reacciones emocionales automáticas ante el estímulo implicando una conexión directa entre el tálamo y la amígdala; y la vía larga (consciente) que permite el procesamiento visual completo del estímulo, implicando así a otras áreas cerebrales más corticales. Por otro lado, el tratamiento por excelencia de las fobias específicas es la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) con exposición, ya sea con imágenes reales o con imágenes de estímulos fóbicos creados virtualmente (Terapia de Exposición a Realidad Virtual–TERV). El fundamento de este tratamiento se ha apoyado, por un lado, en la idea de que la terapia provee de una nueva respuesta (adaptativa) a los estímulos fóbicos que sustituye a la respuesta de miedo (modelo de procesamiento emocional); y, por otro, en la idea de que la terapia proporciona una nueva respuesta adaptativa, sin que desaparezca la anterior (modelo de inhibición de aprendizaje). Además, específicamente, se ha postulado que la TERV genera una serie de cambios cognitivos diferentes a la exposición a imágenes reales, implicando así la posible actividad de otras áreas cerebrales. Los objetivos generales de este trabajo han sido estudiar si la TCC con exposición a imágenes reales y la TCC con TERV son de una eficacia clínica comparable entre sí y si dichos efectos terapéuticos se mantienen en el tiempo. Además, por medio de pruebas de resonancia magnética nuclear (RMN), se compararon los cambios en la actividad cerebral producto de la terapia en ambas condiciones de exposición, con el objetivo de explorar los posibles procesos cognitivos que justifiquen la eficacia terapéutica de cada condición de tratamiento. Para ello, se utilizó un diseño multigrupo con dos grupos de intervención compuestos por un total de 31 personas con fobia específica a arañas, cucarachas o lagartos expuestas a imágenes reales o virtuales en movimiento y dos grupos control compuestos por un total de 40 personas sin fobia expuestas a las mismas imágenes que los grupos de intervención. Los principales resultados muestran una eficacia terapéutica comparable entre ambas condiciones de tratamiento que se mantiene tras la finalización de la terapia. Tras el tratamiento, la actividad hemodinámica de la red cerebral vinculada a la emoción del miedo se mantuvo activa en ambos grupos de tratamiento, aunque modificando su patrón e intensidad de respuesta. Dadas las activaciones encontradas en ambos grupos de intervención, los resultados de este estudio parecen ir en la línea del procesamiento de la vía larga presente en el modelo de doble vía de procesamiento, ya que el efecto principal del tratamiento parece haber estado relacionado con actividad en áreas cerebrales más anteriores y relacionadas con la regulación emocional, como la corteza prefrontal, la ínsula y el precúneo. La actividad postratamiento identificada en esta última estructura sugiere un cambio en la forma de auto-referenciarse con el estímulo fóbico en términos de percepción de la realidad. Desde el punto de vista terapéutico, los resultados de este trabajo sobre la TCC con exposición a imágenes reales y a imágenes virtuales sugieren que la eficacia terapéutica de ambas condiciones pueda residir en el aprendizaje de nuevas formas de responder al miedo, coincidiendo en mayor medida con el modelo del aprendizaje inhibitorio.