Kierkegaard y la desintegración modernaElementos para una crítica inmanente al idealismo en Adorno

  1. Escuela Cruz, Chaxiraxi María
Revista:
Contrastes: revista internacional de filosofía

ISSN: 1136-4076 2659-921X

Año de publicación: 2013

Número: 18

Páginas: 89-104

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Contrastes: revista internacional de filosofía

Referencias bibliográficas

  • Th. W. Adorno, Der Begriff des Unbewußten in der transzendentalen Seelenlehre, en: Gesammelte Schriften, Vol. 1. Frankfurt a.M.: Suhrkamp, 1997, pp. 79-322
  • Un interesante estudio sobre este trabajo se encuentra en A. Jaitner, Zwischen Metaphysik und Empirie. Zu Verhältnis von Transzenentalphilosophie und Psychoanalyse bei Max Scheler, Theodor W. Adorno und Odo Marquard. Würzburg: Königshausen & Neumann, 1999
  • Véase también: A. Arlt, «Zur Möglichkeit einer transzendentalpsychologischen Analyse des Begriffs des Unbewussten in Frühschriften T.W. Adornos», Philosophisches Jahrbuch, 90, (1983), pp. 129-145.
  • Si bien Adorno no elabora ningún estudio monográfico sobre la obra de Kant, como sucediera con otros autores como Hegel o Husserl, son abundantes los momentos de la dialéctica negativa que dan cuenta de la relación con la teoría kantiana, a la que, además, dedica dos cursos: uno centrado en la Crítica de la razón pura {Kants Kritik der reinen Vernunft) en 1959 y otro en la Critica de la razón práctica (Probleme der Moralphilosophie) en 1963. En ellos alude con asiduidad a los trabajos de Cornelius, en concreto, cuando se refiere a los conceptos de «cosa en sí» o «causalidad». El contenido de ambas lecciones se encuentra publicado en: Th. W. Adorno, Nachgelassene Schriften. Frankfurt a.M.: Suhrkamp, 2003 y 1996, respectivamente.
  • Cf. R. Tiedemann, «Editorische Nachbemerkung» en: Th. W. Adorno, Gesammelte Schriften, Vol. 1, p. 381
  • Véase también, H. Brunkhorst, «Adorno, Freud und die Ordung der Freiheit», en: G. Kohler y S. Müller-Doohm, (eds.), Wozu Adorno? Beitrage zur Kritik und zum Fortbestand einer Schlüsseltheorie des 20. Jahrhunderts. Göttingen: Velbrück Wissenschaft, 2008, pp. 51-64.
  • Th. W. Adorno, Der Begriff des Unbewußten in der transzendentalen Seelenlehre, op. cit., p. 113.
  • S. Müller-Doohm, Im Niemandsland. Eine intellektuelle Biographie von T. W. Adorno. Frankfurt a.M.: Suhrkamp, p. 155.
  • Th. W. Adorno, Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen, en: Gesammelte Schriften, Vol. 2, 1997, pp. 7-265
  • Pesé a que el interés bibliográfico por esta obra ha sido escaso, es posible señalar algunos monográficos que le han prestado atención como momento central para el desen-volvimiento de su pensamiento hasta Dialéctica negativa, entre ellos: H. Deuser, Dialektische Theologie: Studien zu Adornos Metaphysik und zum Spätwerk Kierkegaards. München: Kaiser, 1980
  • V. Gómez, El pensamiento estético de Theodor W. Adorno. Valencia: Cátedra, 1998
  • J.A. Zamora, «El joven Th. W. Adorno y la crítica inmanente del idealismo», Azafea, revista de filosofía, 11, (2009), pp. 45-72
  • Por su parte, Tillich escribe una reseña sobre la aparición de la obra de Adorno: Cf. Kierkegaard: Konstruktion des Aesthetischen, Reviewed by P. Tillich, The Journal of Philosophy, vol. XXXI, No 23, (1934), p. 640.
  • Th. W. Adorno y A. Berg, Briefwechsel 1925-1935. Frankfurt a.M.: Suhrkamp, 1997, p. 75. Tiedemman y el resto de editores de la obra compléta coinciden en resaltar esta transición cuando señalan: «si se quiere llamar por nombres, depende muy estrechamente de la separación de Cornelius y la unión a Walter Benjamin» (Cf. Tiedemann, op. cit., p. 383).
  • El propio Benjamin supo ver el valor de la tesis de Adorno, más allá de su contribución al renovado interés bibliográfico sobre el filósofo danés, al considerar incluso la posibilidad de que todos los libros posteriores del autor pudieran derivar de éste. En una reseña a la revista Vorsichte Zeitung escribe: «el último intento de retomar o prolongar enérgicamente el pensa-miento de Kierkegaard procedió de la teología dialéctica de Karl Barth. Las olas de esta corriente teológica acaban confluyendo con los círculos creados alrededor del pensamiento existencial de Heidegger. El presente ensayo [⋯] aborda el mismo tema desde una perspectiva completamente distinta. Su autor no hace avanzar a Kierkegaard sino, al contrario, lo hace retroceder hacia el interior del idealismo filosófico, a cuyo hechizo sucumbió impotente la propia intención teológica del pensador» (Cf. W. Benjamin, Kierkegaard. Das Ende des philosophischen Idealismus, en: Gesammelte Schriften, Vol. 3. Frankfurt a.M., Suhrkamp, p. 38).
  • La temprana concepción de la relación entre filosofía y arte sera, sin duda, determinante para el desarrollo de su propio pensamiento. Ya en este texto pone de manifiesto la necesidad de comprenderla, no como la disolución de la teoría en el ámbito de lo estético, sino como una relación de convergencia en la que situar las bases para una crítica a la praxis dominante y deformadora. A esto apuntan las primeras líneas del texto: «la ley formal de la filosofía exige la interpretación de lo real en la relación acorde de los conceptos. Ni la manifestación de la subjetividad del pensador, ni la unidad y coherencia de la obra en sí misma deciden sobre su carácter como filosofía. Sólo esto: si lo real entra en los conceptos, se acredita en ellos y los fundamenta razonablemente [⋯] Si la filosofía, como pensar subjetivo, ha abandonado comple-tamente la totalidad, lo nuevo que aparece le hace oír la dudosa llamada de lo poético, siendo los conceptos dialécticos su verdadero instrumento» (Th. W. Adorno, Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen, op. cit., pp. 9 ss.).
  • Un año después de habilitarse, Adorno imparte, por recomendación de Tillich, su primer seminario en la universidad. En ella, de nuevo, el hilo conductor será Kierkegaard y su concepción de la estética. Los protocolos de estas lecciones se encuentran publicados en: «Aufzeichnungen zur Ästhetik-Vorlesung von 1931/32», Frankfurter Adorno Blätter, I. München: text+kritik, 1992, pp. 35 ss.
  • Th. W. Adorno, Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen, op. cit. p. 262
  • «La filosofía consiste principalmente en determinar la relación entre sujeto y objeto durante el proceso del conocimiento» (Cf. Th. W. Adorno. Der Begriff der Philosophie. Vorlesung Wintersemester 1951/52, en: Frankfurter Adorno-Blätter, II. op. cit., p. 24). Este tema será desarrollado posteriormente en el pequeño artículo que lleva por título «Sobre sujeto-objeto».
  • Th. W. Adorno, Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen, op. cit., p. 28.
  • Con motivo de la publicación de una obra del que fuera su alumno H. Schweppenhäuser, Adorno vuelve a señalar la misma tesis que había sostenido en su trabajo: «pese a su antipatía hacia Hegel, Kierkegaard no ha logrado examinar por completa el problema del idealismo. De forma naiv, se conservan en el enemigo del idealismo incontables categorías del ámbito idealista, algunas de Hegel y sobre todo de Fichte. Por eso, mientras que su ataque se dirige a su objeto, al mismo tiempo no logra anular el sistema con la suficiente fuerza» (Th. W. Adorno, Fällige Revision, en: Gesammelte Schriften, Vol. 20.1, op. cit., p. 260)
  • El libro de H. Schweppenhäuser se encuentra publicado con el título Kierkegaards Angriff auf die Spekulation. Eine Verteidigung. Frankfurt a.M.: Suhrkamp, 1967.
  • Th. W. Adorno, Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen, op. cit., p. 42.
  • Treinta años después recupera esta tesis en sus lecciones sobre ontología y dialéctica, para señalar su interés en «mostrar cómo en esta filosofía anti-ontológica se esconde en realidad una ontología implícita» (Cf. Th. W. Adorno, Ontologie und Dialektik (1960-61), en: Nachgelassene Schriften Vol. 7. Frankfurt a.M.: Suhrkamp, 2002, p. 178). También aquí pretende tomar distancia de la interpretación heideggeriana del existencialismo de Kierkegaard. Por ello, defiende una comprensión de la noción de «existencia como la relación del hombre consigo mismo, como una forma de reflexión, sólo que con la diferencia de que en Kierkegaard, con respecte a Hegel, los conceptos como existencia o ser [⋯] son adoptados de forma hipotética, mientras que en Heidegger la representación de la separación entre el Dasein como lo existente y el Ser es concebido como una forma de proto-relación» (Ibid., p. 133).
  • Th. W. Adorno, Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen, op. cit., p. 102.
  • Th. W. Adorno, Aspekte, Drei Studien zu Hegel, en: Gesammelte Schriften, Vol. 5. Frankfurt a.M.: Suhrkamp, 1997, p. 258
  • Idéntica acusación sostendrá en sus lecciones de 1965, publicadas con el título Metaphysik. Begriff und Probleme, en: Nachgelassene Schriften, Vol. 14. Frankfurt a.M.: Suhrkamp, 1998, pp. 190-191.
  • Th. W. Adorno, Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen, op. cit., p. 49.
  • En Teoría estética volverá a desarrollar esta idea, cuando señala la interioridad como resultado del proceso de trabajo: «tenía que cultivar un tipo antropológico que por deber, casi voluntariamente, lleve a cabo el trabajo asalariado que el nuevo modo de producción necesita y al que lo obligan las nuevas relaciones sociales de producción. Con la creciente impotencia del sujeto que es para sí, la interioridad se ha convertido en ideología, en el espejismo de un reino interior cuyos habitantes se resarcen de lo que se les niega socialmente» (Th. W. Adorno, Ästhetische Theorie, en: Gesammelte Schriften, Vol. 7. Frankfurt a.M.: Suhrkamp, 1997, p. 176).
  • Th. W. Adorno, Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen, op. cit., p. 244.
  • Th. W. Adorno, Ontologie und Dialektik. 1960-61, op. cit., p. 181.
  • Th. W. Adorno y M. Horkheimer, Briefwechsel 1927-1937, Vol. 1. Frankfurt a.M.: Suhrkamp, 2003, p. 600.
  • En una de sus lecciones impartidas durante el semestre de invierno de 1957-58 Adorno realiza una distinción entre tres posibles significados del concepto de inmanencia: «inmanencia lógica», comprendida como la concordancia de las categorías y los supuestos entre sí; «inmanencia de la conciencia», referida a los actos de la conciencia y, en último lugar, «inmanencia metafísica» que, opuesto a «trascendencia», haría referencia a todo lo aprehendido bajo los límites de la experiencia posible (Cf. Th. W. Adorno, Vorlesung zur Einleitung in die Erkenntnistheorie. Frankfurt a.M.: Junius-Drucke, 1973, pp. 132 ss.)
  • Posteriormente, en Terminología filosófica volverá sobre estos términos, prestando esta vez especial atención al significado de crítica in-manente: «Ante todo es importante la diferencia entre una crítica inmanente que mide un objeto por sus propios presupuestos y en cierto modo consigo mismo, es decir, confrontándolo con sus propias consecuencias, y una crítica trascendente que tiene lugar desde tuera [⋯] Creo que la manera con que les he explicado esta diferencia, debería ser ya un potente argumente a favor de la convicción hegeliana de la prioridad de la crítica inmanente» (Th. W. Adorno, Philosophische Terminologie, Vol. 2. Frankfurt a.M.: Suhrkamp, 1973, p. 236).