Memoria en el trabajo de Mike Kelley
- López Paniagua, Laura
- Mercedes Replinger González Director/a
- Christoph Wulf Director/a
Universitat de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 30 de de setembre de 2015
- María Antonia Raquejo Grado President/a
- José María Parreño Velasco Secretari/ària
- Daniel Villegas González Vocal
- Harald Falckenberg Vocal
- Juan José Lahuerta Alsina Vocal
Tipus: Tesi
Resum
El objetivo particular de mi tesis es realizar un estudio de las obras de Mike Kelley relativas al tema de la memoria. Este objetivo se enmarca en otro de carácter más general. El arte atraviesa en la actualidad un período de crisis, consecuencia en gran medida de las ideas posthistoricistas postmodernas. En este panorama, caracterizado por el relativismo, no existe un discurso crítico que permita discernir y favorecer un arte que afronte nuestra realidad cultural desde una perspectiva analítica y crítica. Por tanto, el objetivo general de esta tesis es contribuir a la construcción del discurso ausente, aportando ideas que permitan pensar en la historia de maneras alternativas al historicismo y al posthistoricismo, que ayuden a establecer categorías para juzgar la calidad del arte alejadas del actual sistema basado en la mercantilización, y que permitan pensar en el arte como una actividad capaz de transformarnos como individuos y como sociedad. El estudio de la obra de Mike Kelley, y, en particular, de su trabajo relativo a la memoria, me permitirá realizar esta contribución de varias formas. La primera parte de la tesis plantea el panorama artístico actual y ubica a Kelley en este contexto. Esto despierta interrogantes sobre la versión heredada de historia del arte y sobre cómo se está evaluando hoy día. Por ello, expongo una interpretación razonada del desarrollo de la historia del arte en el último siglo, marcado por un giro hacia el materialismo que se ha producido a partir de las vanguardias, y que ha supuesto una serie de cambios. El más crucial es que las condiciones y factores que definen al arte no van a provenir de un marco exterior, y que su actividad va a centrarse en el estudio de las condiciones de posibilidad del hombre y del propio arte. La posición de Kelley supone un paso más allá en esta dirección por su modo particular de entender el materialismo. Elijo el tema de la memoria en Kelley, que trato en el segundo capítulo de la tesis, fundamentalmente por dos motivos. Es un tema vital porque sería la condición de posibilidad que el artista estudia con mayor profundidad. Para él, nuestra memoria biográfica no es una recolección objetiva de los hechos de nuestra vida, sino que se construye siguiendo un patrón cultural: una voluntad inconsciente y colectiva de considerarnos a nosotros mismos como víctimas. El segundo motivo es que, para el artista, existe un paralelismo entre la historia y la memoria. Ambas son dos fenómenos de la misma naturaleza, en sus versiones individual y colectiva, respectivamente. Por ello, y dado que hemos señalado el posthistoricismo como enemigo del discurso, una teoría de la memoria-historia nos interesa como alternativa. En las obras que analizo, el artista explora a conciencia el tema de la memoria desde distintos flancos: como patrón cultural, como fenómeno psíquico de estructura poética, y su peso en la formación de nuestra identidad individual y social. En el capítulo final de la tesis, examino diversos conceptos fundamentales para el arte que modifican su significado tradicional bajo la perspectiva materialista de Kelley, como su idea del arte como ritual materialista, el concepto de lo sublime, y especialmente, su visión de la historia. Kelley contempla la historia, y en particular, la del arte, desde una perspectiva muy similar a la del materialismo histórico de Walter Benjamin. Tanto para el alemán como para el americano, la historia ha sido construida para satisfacer una narrativa oficial, de la que se ha suprimido todo aquello que la ponga en peligro. Kelley nos ofrece, por tanto, una manera de superar el posthistoricismo a través del retorno del pasado oprimido. La revisión crítica de las versiones oficiales de nosotros mismos y de nuestra historia oficial nos muestra una imagen de lo que somos más completa, menos limitada por ideologías, morales y costumbres hegemónicas.