Problemática nutricional en escolares de la Comunidad de Madrid

Resumen

En el presente trabajo se ha estudiado la situación nutricional de escolares entre 9 y 12 años de la Comunidad de Madrid.Para ello se seleccionaron de 5 distritos de la ciudad de Madrid, Carabanchel, Moratalaz, Chamberí, Villaverde y Fuencarral, al azar dos colegios uno público y otro concertado con niños de quinto y sexto de Primaria, participando en el estudio un total de 366 escolares. Se valoraron los hábitos alimentarios, situación nutricional y sanitaria de los escolares. Para ello, se evaluaron los siguientes aspectos datos antropométricos, datos dietéticos, datos sanitarios y socioeconómicos y datos hematológicos y bioquímicos. El colectivo estudiado presenta unos parámetros antropométricos normales y similares a los de otros colectivos de escolares españoles. El consumo medio de alimentos, obtenido a partir de un Registro de consumo de alimentos de 3 días, es adecuado para frutas y lácteos, resulta algo elevado para carnes y azúcar, insuficiente para pescados, huevos, verduras y muy insuficiente para cereales y legumbres.El perfil calórico de la dieta se aleja del recomendado, observándose un exceso de calorías a expensas de los lípidos en detrimento de los hidratos de carbono. La contribución media de la ingesta de nutrientes a las ingestas recomendadas es, en general, adecuada. La ingesta de alimentos consumidos en el comedor escolar, valorada mediante pesada precisa individual, puede considerarse adecuada. Las frutas son los alimentos menos aceptados, aunque se ofrezcan a los niños, mientras que los precocinados, huevos y lácteos son alimentos de fácil consumo por parte de los escolares. En general los alimentos servidos no pueden juzgarse como adecuados o inadecuados pues deben complementarse con los consumidos en el hogar. De manera general, los resultados de las pruebas hematológicas y bioquímicas reflejan un estado nutricional aceptable. Los niños con sobrepeso u obesidad tienen mayor peso,índice de masa corporal, pliegue tricipital, presión arterial sistólica y diastólica, lo que se suma probablemente para condicionar a largo plazo un mayor riesgo cardiovascular. El consumo de alimentos y energía es similar entre niños con sobrepeso y obesos, respecto a los de peso normal, lo que pone de relieve una probable infravaloración de la ingesta por parte de los padres, al ser los que cumplimentan el registro de consumo de alimentos. Los niños con sobrepeso u obesidad presentan ingestas de nutrientes similares a los normopeso,salvo en relación con la ingesta de proteínas, niacina, cianocobalamina y zinc, que es significativamente superior en los primeros. Respecto a los alimentos consumidos en los colegios, según sean públicos o concertados, en concordancia con lo servido, en los colegios públicos se consumen cantidades mayores de lácteos, pescados y azúcares que en los concertados, y aunque se sirven más legumbres que en los concertados, el consumo final resulta similar. De igual manera, en los colegios concertados se ofrecen y se consumen más cereales, verduras y hortalizas, carnes, huevos, aceites, precocinados, aperitivos y salsas que en los públicos. Sin embargo, a pesar de no haber diferencias en los gramos de alimentos y bebidas totales servidos entre colegios públicos y concertados, su consumo resulta superior en los segundos. Respecto a los parámetros hematológicos no hay diferencias en función del tipo de colegio estudiado. Sin embargo, en los parámetros bioquímicos se observa que los niños de colegios públicos presentan valores de colesterol total, triglicéridos y VLDL colesterol más elevados, aunque también tienen más altas las de HDL colesterol vitamina A y zinc. La situación global de los escolares estudiados es bastante satisfactoria en comparación con otros colectivos estudiados previamente. Sin embargo, se considera conveniente empezar a tomar medidas adecuadas a corregir los errores detectados, siendo una de ellas enseñar y educar en lo que significa una correcta nutrición a los padres y educadores.