Dependencia contextual de la infrahumanizacion

  1. Delgado Rodríguez, Naira
Zuzendaria:
  1. Armando Rodríguez Pérez Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de La Laguna

Fecha de defensa: 2008(e)ko uztaila-(a)k 14

Epaimahaia:
  1. Jacques Philippe Leyens Presidentea
  2. María de las Nieves Quiles del Castillo Idazkaria
  3. J. Francisco Morales Domínguez Kidea
  4. Miguel C. Moya Morales Kidea
  5. Manuel Gutiérrez Calvo Kidea
Saila:
  1. Psicología Cognitiva, Social y Organizacional

Mota: Tesia

Teseo: 142461 DIALNET

Laburpena

En los últimos años se han producido grandes avances en el estudio y comprensión del prejuicio, La investigación sobre el prejuicio ha pasado progresivamente de centrarse en conceptos como rigidez y estabilidad a recoger componentes situacionales, subrayando la relevancia de los elementos contextuales que están presentes en cualquier situación de evaluación intergrupal. En la actualidad, un número cada vez mayor de investigadores del prejuicio considera que las actitudes intergrupales son flexibles y dinámicas, susceptibles de modificación. También en la última década han comenzado a estudiarse nuevas formas de prejuicio sutil, capaces de coexistir en los individuos junto a valores de tolerancia e igualitarismo. La teoría de la Infrahumanización, en esta línea, ha revelado la existencia de un patrón de asociación más fuerte entre los sentimientos y el propio grupo que entre los sentimientos y los exogrupos. La importancia de esta dimensión comparativa viene dada por su cualidad de ser exclusivos de los seres humanos. Este patrón de asociación diferencial ha sido ampliamente investigado, no obstante, hasta el momento se desconoce si se trata de una forma de evaluación intergrupal rígida e inmutable o por el contrario sensible a las variaciones contextuales. El objetivo de esta tesis doctoral es comprobar si la infrahumanización es susceptible de modificación. Para estudiar el efecto del contexto en la infrahumanización, hemos decidido centrarnos en dos tipos de contextos. En primer lugar, el espacio físico en el que se encuentran los exogrupos, es decir, el lugar en el que son percibidos. En segundo lugar, las conductas que rodean una situación de evaluación determinada. Los resultados encontrados subrayan el potencial de cambio de este sesgo intergrupal, que se activa dependiendo de la imagen concreta que se presente del exogrupo y del significado que éste adopte en cada contexto en que se percibe, y no por la mera presencia del mismo.