La organización territorial de la gomeraun ejemplo de subdesarrollo

  1. Jerez Darias, Luis Manuel
Dirigida por:
  1. Víctor O. Martín Martín Director

Universidad de defensa: Universidad de La Laguna

Fecha de defensa: 22 de mayo de 2015

Tribunal:
  1. José Antonio Segrelles Serrano Presidente/a
  2. Carlos Santiago Martín Fernández Secretario
  3. Cayetano Espejo Marín Vocal
Departamento:
  1. Geografía e Historia

Tipo: Tesis

Teseo: 384636 DIALNET lock_openRIULL editor

Resumen

Cualquier territorio antropizado está definido, en buena medida, por el grado y tipo de transformación al que ha sido sometido por la acción humana, y en este sentido, la imagen que muestra es una síntesis de tal fenómeno, entendido éste a partir de un proceso histórico de acción social transformadora del medio geográfico. La isla de La Gomera es un territorio que responde a tal circunstancia. Su organización territorial es una clara muestra de la forma en que la sociedad insular ha actuado sobre su medio geográfico a lo largo de varios siglos. Aplicando el Materialismo Histórico como herramienta de investigación, esta tesis doctoral ahonda en el estudio del "sistema de producción terrateniente" que determinó el funcionamiento del campo insular en el último siglo, el cual hundía sus raíces en la etapa feudal. Para ello abordamos el análisis de los principales factores definitorios del tal sistema, a saber: la estructura de la propiedad de la tierra y el agua, las características socioeconómicas de la población local (fuerzas productivas) y las relaciones de producción dominantes en el agro gomero entre 1900-1980. Una ardua tarea de investigación apoyada en el empleo de diversas fuentes documentales y en la rica información oral obtenida. Con su tratamiento hemos revelado que el modelo socioeconómico imperante en la isla estaba provisto de notables signos de atraso como consecuencia de la pervivencia de la semifeudalidad, un tipo de relación anacrónica, precapitalista, que atravesó todo el sistema agrario insular lastrando su avance económico y social. Las consecuencias de todo ello derivaron en el abandono del campo y la isla a partir del intenso proceso emigratorio iniciado en los años 50, y que en pocas décadas redujo la población insular a casi la mitad.