Las creencias sobre los padrastros y las madrastras según las nuevas generaciones

Laburpena

En las últimas décadas hemos asistido a multitud de cambios jurídicos, económicos, sociales y culturales que han afectado a la familia. Uno de estos ha sido el incremento del número de divorcios. Como consecuencia de este hecho han aumentado el número de estructuras familiares monoparentales y reconstituidas. Así, cada vez más niños y niñas deben aprender nuevas estrategias de convivencia para poder adaptarse a las particularidades de estos nuevos modelos familiares. Este es el caso de las familias reconstituidas, que se diferencian por su origen, su composición y el número de miembros, entre ellos, el padrastro y la madrastra. Uno de los principales retos a los que se enfrentan estas familias es la reorganización de las relaciones familiares dada su complejidad, así como, a la falta de concreción que las caracteriza. De ahí que se necesite conocer mejor su dinámica y los factores que la mediatizan. De este modo, un tema central para estas familias es el estudio de las figuras adultas que la componen, ya que son los principales responsables de la organización familiar y de que ésta funcione satisfactoriamente. Por tanto, uno de los objetivos principales de esta tesis fue explorar las creencias que tienen las nuevas generaciones sobre el concepto de padrastro y de madrastra. Además de conocer qué funciones se les atribuyen a dichas figuras, así como a los padres y a las madres, para poder realizar un análisis comparativo entre ellas. Este trabajo se enmarca en el ámbito la construcción del conocimiento social, haciendo incidencia en su carácter evolutivo. El estudio de estas creencias es de suma importancia ya que afectan a las expectativas sobre el papel que estas figuras deben desempeñar en las familias reconstituidas. El estudio de roles se ha realizado desde una doble vertiente. Por un lado, como construcción explícita de dicha realidad, y por otro, como construcción implícita, con el fin de comparar dichas representaciones. Esta distinción está siendo recientemente considerada por los psicólogos a la hora de desarrollar programas de intervención dirigidas al cambio conceptual. En general, se encontró que los participantes tienen un concepto explícito de padrastro y de madrastRa, poco elaborado y robusto. Además se observa una visión algo más negativa sobre el concepto y las funciones atribuidas a la madrastra frente al padrastro. La variable grupo de edad, determinada por la capacidad cognitiva de la persona, es la que ejerce mayor influencia tanto en los conceptos de padrastro y de madrastra, como en las funciones que los participantes les atribuyen, esto ocurre también en el caso de las figuras parentales. Así mismo, se observa una mayor elaboración y un mayor consenso a la hora de atribuir funciones a los padres y a las madres frente a los padrastros y a las madrastras. De esta manera el papel de los padres y de las madres se percibe de forma más significativa que el de los padrastros y madrastras en la mayoría de las funciones evaluadas. De ahí, que la falta de concreción en los roles atribuidos a los padrastros y a las madrastras provoque un mayor grado de similitud entre ellos. Además, se observa una mayor complejidad cualitativa en la representación implícita que en la explícita. Por último, teniendo en cuenta los resultados y las conclusiones de esta tesis se observa la necesidad de generar una mayor conciencia social sobre los retos a los que se enfrentan estas familias, así como, diseñar e implementar programas de orientación y/o intervención para estas nuevas modalidades familiares.