Contribución al conocimiento de los regímenes de humedad de los suelos de la isla de Tenerife
- Monteverde Miranda, Carlos Alberto
- Carmen C. Jiménez Mendoza Directora
- Maria Luisa Tejedor Salguero Directora
Universidad de defensa: Universidad de La Laguna
Fecha de defensa: 03 de junio de 2013
- Roque Ortiz Silla Presidente/a
- Francisco Javier Díaz Peña Secretario
- Rafael Espejo Serrano Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El estudio realizado tuvo como principal objetivo la caracterización de la distribución espacial de los regímenes de humedad de los suelos de la isla de Tenerife según los criterios de la Soil Taxonomy (Soil Survey Staff, 1999), así como su representación gráfica. Durante el período 2000-2006 se llevó a cabo un seguimiento temporal de la humedad del suelo mediante el método gravimétrico en 85 zonas de la isla, 10 de ellas dobles para valorar el efecto en el régimen de humedad del suelo de cambios en la vegetación y la presencia de coberturas líticas. Se analizó la precisión de 3 modelos de predicción del régimen de humedad a partir de datos climáticos; el modelo de Thornthwaite, el modelo de Newhall y una adaptación del modelo EPIC, así como la relación entre régimen de humedad y el tipo de clima, caracterizado mediante el índice de Lang, el índice de aridez de De Martonne y el balance de Thornthwaite. Se definieron en la Isla cuatro de los cinco regímenes de humedad del suelo que define la Soil Taxonomy: arídico, ústico, xérico y údico. El régimen arídico predomina en la franja costera de toda la Isla exceptuando el Macizo de Anaga, donde no está presente. En la vertiente septentrional, con menor representación, asciende hasta 400 msnm, y en la meridional alcanza los 800 msnm de altitud, llegando hasta los 1200 msnm en el suroeste. El régimen ústico sucede al arídico en la mayor parte de la vertiente norte y alcanza los 500-600 msnm, limitando su avance a la influencia de las nieblas de los estratocúmulos de los alisios. En la vertiente sureste el régimen ústico se prolonga a lo largo de las laderas hasta que se transforma en údico en las zonas donde rebosa la nube (Anaga y dorsal media), y en xérico en las proximidades de la vertical sur. El régimen údico se describe bajo dos situaciones distintas; asociado al manto de estratocúmulos en las laderas medias de la vertiente norte y en las zonas más altas de la isla, vinculado a la presencia de materiales piroclásticos sálicos. El régimen xérico aparece en la vertiente norte a unos 1.500 msnm, manteniéndose hasta llegar a las zonas más elevadas de la isla. En la vertical sur y en la cara suroeste de la isla el régimen arídico es desplazado por el xérico, en lugar del ústico, que se prolonga hasta altitudes aproximadas de 1700-1800 m de altitud. En ninguno de los casos estudiados en los que la vegetación natural fue modificada, sustituida o eliminada se detectó un cambio sustancial en el régimen de humedad de los suelos frente al caracterizado en la situación original. Se observó que suelos con régimen arídico, ústico y xérico, al ser cubiertos con piroclastos sálicos, modifican su régimen de humedad a údico, mientras que una cobertura de fragmentos basálticos tamaño piedra es mucho menos eficaz en cuanto a conservación del agua del suelo, y no genera cambios en el régimen de humedad. Las relaciones observadas entre los regímenes de humedad de los suelos y el tipo de clima indican que, sin tener en cuenta otros factores de influencia, el clima por si mismo no permite predecir con suficiente certeza el régimen de humedad. Los modelos analizados de predicción a partir de datos climáticos no fueron capaces de predecir con la necesaria fiabilidad los regímenes de humedad, al menos para el caso concreto de los suelos de Tenerife. El régimen de humedad de los suelos es un parámetro complejo, dependiente no sólo de la relación entre pluviometría y temperatura, sino también de otros factores, que modifican localmente la relación entrada/salida de agua en el continuo suelo-planta-atmósfera, tales como la presencia de las nieblas perennes en las laderas septentrionales de la isla, o la existencia de materiales volcánicos piroclásticos con particulares características de infiltración, retención de agua, y comportamiento de self-mulch.