La tarde55 años de periodismo tinerfeño (1927-1982)

Resumo

El trabajo desarrollado se ha centrado, en su mayor parte, en el periódico "La Tarde" (octubre, 1927 - marzo, 1982). Así, el vespertino se ha erigido en el objeto de la investigación y no en el sujeto que da soporte a otros estudios, lo que supone una novedad en las líneas de investigación seguidas en Canarias. En este sentido, podemos afirmar que esta tesis doctoral es la primera que aborda, con extensión, profundidad y rigurosidad, no sólo el periódico "La Tarde", sino un medio informativo en las Islas Canarias a través de su empresa, personal, organización, producción y contenidos. Por otro lado, se ha aprovechado el carácter vespertino de "La Tarde" para acercarnos a la historiografía de los periódicos españoles de tarde, pues se incorpora una detallada relación de todos estos rotativos examinando las guías de los medios de comunicación de España editadas desde 1964 por la empresa Remarca, S.A. Además, se documenta sus desapariciones. Asimismo, debido al acceso privilegiado que se ha tenido al fondo documental del periódico "La Tarde", la tesis doctoral se acompaña de una valiosísima selección de documentos vinculados al ejercicio de la censura durante el régimen franquista, así como a innumerables originales que ilustran el devenir de la empresa informativa durante cincuenta y cinco años de historia. La pregunta de ¿por qué cerró "La Tarde"? impulsó el germen de la investigación y la primera hipótesis: "La Tarde" murió porque, básicamente, nació por la tarde. Luego, por la difícil adaptación a los cambios tecnológicos, las limitaciones económicas de la empresa y los contactos infructuosos con determinados grupos empresariales, que hubieran salvado al periódico. También había que demostrar que "La Tarde", un periódico que transcurrió mayormente durante la dictadura del general Franco, no se había entregado al Régimen. Y, sin duda, no lo hizo. Sus cimientos liberales y republicanos asentaron una ilustrada línea editorial de servicio a España que tuvo que convivir, para malaventura propia y de sus lectores, con continuas agresiones a la libertad de expresión.