Estudio de la resistencia a aguas salinas y a encharcamiento de patrones seleccionados de aguacate (persea americana mill.)

  1. ÁLVAREZ ACOSTA, CARLOS
Dirigida por:
  1. Águeda María González Rodríguez Directora
  2. Antonio Marrero Domínguez Codirector

Universidad de defensa: Universidad de La Laguna

Fecha de defensa: 24 de septiembre de 2015

Tribunal:
  1. Carlos López Encina Presidente/a
  2. José Lorenzo Martín Secretario/a
  3. Mª. J. Grajal Martín Vocal
Departamento:
  1. Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal

Tipo: Tesis

Teseo: 393147 DIALNET

Resumen

El aguacate (Persea americana Mill.) se encuentra hoy en día entre las frutas subtropicales y tropicales más importantes a nivel mundial. El consumo es cada vez más elevado y se reconocen sus propiedades nutricionales. Sin embargo, está considerado como la especie frutal cultivada más sensible a la salinidad, y también sensible al encharcamiento. Las aguas de riego en Canarias proceden fundamentalmente de acuíferos subterráneos sobreexplotados, de los que se extrae a través de pozos y/o galerías. En general las aguas de las galerías suelen ser de tipo bicarbonatadas sódicas y las de los pozos cloruradas sódicas. La toxicidad por cloruros es más común que la de sodio en aguacates, pero se cree que debido a la habilidad de retener en la raíz el sodio, no porque este elemento sea metabólicamente menos dañino para la planta. Además, debido al alto nivel de heterocigosidad, la descendencia es altamente variable e impredecible, lo que unido al carácter multigénico de la resistencia a la salinidad, dificulta la obtención de patrones tolerantes. En Canarias el único método de propagación de patrones utilizado en los viveros es precisamente a través de semillas. Luisa Gallo Llobet comenzó en 1984 un programa de selección de patrones de aguacate en el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), del que se han obtenido varias plantas tolerante-resistentes a Phytophthora cinnamomi, principal problema fitopatológico del aguacate a nivel mundial. Se utilizaron plantas clonadas de esa selección y también plantas de semilla de los árboles seleccionados (seedlings) para estudiar el comportamiento frente a cloruro sódico, y a bicarbonato sódico. Además, se sabe que P. cinnamomi actúa de forma sinérgica en condiciones de encharcamiento, provocando aún más daños, por lo que también se estudiaron patrones de semillas de plantas seleccionadas, tolerantes a P. cinnamomi, para comprobar la tolerancia al encharcamiento, con y sin inoculación. En el ensayo de salinidad con clones el tratamiento de cloruro sódico a 1 g/l provocó daños foliares un mes antes que en el tratamiento de 1,5 g/l de bicarbonato sódico, pero una vez aparecieron en este último, los síntomas avanzaron rápidamente. Además el sodio aplicado en forma de NaCl fue menos dañino que aplicado en forma de NaHCO3. El tratamiento de NaHCO3 presentó menores tasas de fotosíntesis, conductancia estomática, y transpiración que el de NaCl. El patrón Julian toleró mejor el tratamiento de NaCl, mostrando además un vigor por encima del resto en el tratamiento control, por lo que es un patrón recomendable en condiciones en las que el agua de riego sea buena (baja en bicarbonato sódico) ó si el agua es de pozo. En las zonas donde las aguas posean un elevado contenido de bicarbonato sódico, se recomienda usar el patrón SS3-1-225, ya que toleró mejor que el resto de patrones ese tratamiento, sin llegar a mostrar síntomas de salinidad en cinco meses. Por otra parte el patrón de raza mejicana Thomas se mostró extremadamente sensible a los tratamiento salinos, como era de esperar. En todos los patrones se consiguió demostrar que por el incremento de 1 % de la concentración de cloruros en hoja, el daño foliar se incrementaba un 16 %, mientras que por el mismo incremento de concentración de sodio en hoja, el daño foliar se incrementaba un 34 %. En el ensayo de salinidad con plantas de semilla (seedlings), se determinó que el tratamiento de 1 g/l de NaCl fue el más dañino, provocando una excesiva acumulación de sodio y cloruros en hoja. El tratamiento de 0,5 g/l de NaCl fue menos dañino que el anterior en lo que respecta a parámetros de crecimiento, pero mostró síntomas visuales de salinidad y concentraciones de sodio y cloruros similares al de 1 g/l de NaCl. Con concentraciones bajas de cloruros (control) las plantas excluyen ese elemento en raíz, como mecanismo de defensa, sin embargo con la adición de 0,5 ó 1 g/l de NaCl, el mecanismo es insuficiente, por lo que la tolerancia dependerá de la capacidad de tolerar cloruros en hoja. El mecanismo de exclusión de sodio en raíz fue eficiente en todos los tratamientos, lo que explica la menor tolerancia a los cloruros que al sodio de los aguacateros. Los patrones de semillas de Maoz y S7 toleraron bien el tratamiento de 0,5 g/l de NaCl, acumulando cantidades similares de sodio y cloruros en hoja, comparado con el tratamiento control. En ambos casos, la acumulación de potasio en hoja parece ser un mecanismo de defensa. Los patrones de Maoz además acumularon calcio en raíz. En este ensayo los patrones de Topa-Topa se mostraron como los más sensibles a los tratamientos salinos. En el ensayo de encharcamiento de cuatro patrones de seedling, se determinó que la infección de Phytophthora cinnamomi con encharcamiento produjo en los patrones un daño superior que ambos factores por separado. No obstante, el tratamiento de encharcamiento sin inoculación fue el segundo más dañino mostrando el de inoculación sin encharcamiento daños similares a las control. Se necesitaron seis semanas para que el decaimiento de las plantas inoculadas y no encharcadas fuese similar a las encharcadas e inoculadas. Los patrones de progenitores Antillanos Gallo4 y BH2 crecieron más que los Guatemaltecos (Edranol) y Mejicanos (Topa-Topa). Además los patrones de Gallo4 mostraron un peso de raíz superior a los otros patrones. Por otro lado, los de Topa-Topa toleraron bien el encharcamiento (a pesar de crecer menos que los antillanos), pero mal la inoculación con P. cinnamomi. En el ensayo de encharcamiento con siete seedlings, no se pudo evidenciar la sinergia de P. cinnamomi con el encharcamiento, y se produjo un daño similar en el tratamiento inoculado y encharcado, que en el no inoculado y encharcado. Los patrones de Topa-Topa volvieron a mostrar tolerancia al encharcamiento, pero fueron muy sensible a la inoculación con P. cinnamomi, siendo el patrón SS3-1-225 el que mostró una tolerancia superior a P. cinnamomi. La escala de decaimiento utilizada permite diferenciar daños desde la primera semana por encharcamiento, y también por la inoculación. No obstante, se ha demostrado que en ocasiones, a pesar de tener daños en raíz (escala de daños en raíz), algunas plantas no mostraban síntomas de decaimiento en la parte superior. Ambas escalas se relacionaron pudiendo usarse la escala visual para determinar daños sin hacer medidas destructivas. La escala de daño en raíz se mostró como una herramienta útil para determinar los daños en raíz producidos por encharcamiento o inoculación con P. cinnamomi.