Vivencias de traumas, apertura emocional y presencia de sintomatología psicopatológica en una muestra infanto- juvenil de riesgo. Un estudio "ex-post facto"

  1. PÉREZ RODRIGUEZ, SILVIA
Dirigida por:
  1. Juan Manuel Bethencourt Pérez Director
  2. Wenceslao Peñate Castro Codirector

Universidad de defensa: Universidad de La Laguna

Fecha de defensa: 28 de octubre de 2014

Tribunal:
  1. Gualberto Buela Casal Presidente/a
  2. Rosario Josefa Marrero Quevedo Secretaria
  3. Alicia Díaz Megolla Vocal
Departamento:
  1. Psicología Clínica, Psicobiología y Metodología

Tipo: Tesis

Teseo: 371306 DIALNET

Resumen

La presencia de acontecimientos traumáticos o situaciones vitales adversas tiene una gran importancia en relación a la salud física y psicológica de las personas, su impacto durante la infancia puede ser mucho más significativo, dado que afecta a una persona en una etapa de desarrollo que requiere ciertas condiciones externas de estabilidad y protección. Los estudios sobre la prevalencia de la exposición al trauma sugieren que muchos niños y adolescentes experimentan al menos un evento potencialmente traumático antes de llegar a los 18 años. Estas catástrofes o acontecimientos traumáticos afectan a toda la población, pero son los menores los que son más sensibles a desarrollar algún tipo de psicopatología, presentando una prevalencia-vida de TEPT mayor que en la edad adulta. El paradigma de Reexperimentación Emocional (RE), surgió con la finalidad de abordar la sintomatología asociada a ese tipo de vivencia. Sin embargo, aunque la literatura ha mostrado cierta eficacia en la reducción de los síntomas físicos y psicológicos asociados a la vivencia del trauma, los datos no son tan congruentes como inicial parecía esperable, con unos resultados muy alentadores. Especialmente con la población infanto-juvenil el uso de la RE ha sido poco frecuente, por lo que sería necesario disponer de un mayor aval empírico con esta población. Como propósito de la presente investigación se pretende conocer en qué medida una población infanto-juvenil de riesgo (menores acogidos al Sistema de Protección a la Infancia), son una población con mayor riesgo de vivir situaciones traumáticas. En consecuencia, en qué medida han desarrollado sintomatología psicopatológica vinculada a esa vivencia (TEPT, ansiedad, depresión), Además, de acuerdo con el paradigma de RE, se pretende analizar si los chicos y chicas que han vivido situaciones traumáticas han hablado de ellas con alguien (familiares, profesorado, amistades, profesionales¿) y si esa apertura les ha ayudado a disminuir el impacto psicológico, tomando en cuenta la intensidad y número de traumas vividos, la persona con la que habló del trauma y el tiempo utilizado para ello. El desarrollo de los contenidos teóricos se ordena la siguiente manera: en primer lugar se aborda el TEPT con una aproximación histórica al concepto, se expone sus características clínicas, su epidemiología en población adulta y población infanto-juvenil, evaluación psicológica del trastorno en población infanto-juvenil y la descripción de las terapias más eficaces para su tratamiento. En segundo lugar, se realiza una breve exploración de los antecedentes de la RE a lo largo de la historia y, posteriormente, se presenta una revisión de estudios sobre sus efectos en la salud, en población sana y población infanto-juvenil. Tras esto, se comentan las teorías más influyentes dentro del campo de la RE y, finalmente, los potenciales moduladores de la eficacia de la RE. Los principales resultados indicaron que 3 de cada 4 chicos/as de la muestra total de menores que han participado en la investigación han tenido alguna vivencia traumática, los menores que presentaron mayores niveles de intensidad del trauma mostraron mayores niveles en las variables psicopatológicas estudiadas (estrés postraumático, pensamientos intrusivos, conductas de evitación y ansiedad), independientemente de la muestra a la que pertenecían. En la muestra de menores acogidos en centros, a medida que la vivencia traumática es más intensa, los menores desarrollaron mayores conductas de evitación. En relación al número de traumas vividos y las variables psicopatológicas para la muestra total, a mayor número de traumas vividos, los menores presentan mayores niveles en las variables psicopatológicas de estudio. Tras las comparaciones entre la muestra de menores en acogimiento residencial y la muestra de menores no protegidos, se encontró que los adolescentes acogidos en centros de Protección a la Infancia han vividos más situaciones traumáticas que los menores de instituto. Por otro lado, los menores de hogares que han vivido una situación traumática, presentaron mayor sintomatología de TEPT. Y finalmente, con respecto a la RE, aquellos menores que habían contado su experiencia traumática a alguien, mostraron una tendencia a obtener puntuaciones más bajas en las variables psicopatológicas evaluadas, aunque a pesar de estas tendencias en los resultados, los chicos/as solo presentaron menores niveles de depresión. Los menores que habían contado su experiencia traumática en varias ocasiones, fueron los que menos sintomatología psicopatológica obtuvieron, frente a una apertura esporádica o corta en el tiempo.