Ecología y evolución de los cedros macaronésicos
- RUMEU RUIZ, BEATRIZ
- Manuel Nogales Hidalgo Director/a
- Juli Caujapé Castells Codirector/a
Universidad de defensa: Universidad de La Laguna
Fecha de defensa: 20 de enero de 2012
- Marcelino J. del Arco Aguilar Presidente
- Mariano Hernández Ferrer Secretario
- Rúben Hüttel Heleno Vocal
- Miguel Angel González Pérez Vocal
- Daniel García García Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Durante el desarrollo de esta Tesis Doctoral, se han abordado diferentes aspectos ecológicos y evolutivos de la biología de los cedros macaronésicos, el ¿cedro canario¿ Juniperus cedrus, presente en las Islas Canarias, y el ¿cedro do mato¿ J. brevifolia, distribuido en el archipiélago de Azores. A pesar de que el cedro que existe en la isla de Madeira ha sido recientemente propuesto como una nueva especie (J. maderensis), al comienzo de este trabajo de investigación, dicho taxón era catalogado como J. cedrus, por lo que fue considerado como tal. Además, aunque ha sido extensamente cultivado, la población natural de J. maderensis es realmente testimonial (aproximadamente 40 individuos). Las dos especies de cedro objeto de esta Tesis se encuentran amenazadas en distinto grado como consecuencia de las intensas talas sufridas en el pasado. Debido a su calidad, su apreciada madera tuvo multitud de usos (ebanistería, construcción, fuego¿), lo que provocó un drástico declive de las poblaciones naturales, que quedaron en su mayoría relegadas a zonas abruptas de difícil acceso en el caso de J. cedrus, o incluso llegaron a desaparecer de alguna isla, como ocurrió en Graciosa con J. brevifolia, en el archipiélago de Azores. Sin embargo, en este último archipiélago, aún es posible encontrar zonas de vegetación dominadas por J. brevifolia. La Tesis Doctoral que aquí se presenta, recopila información que incrementa el conocimiento sobre los procesos ecológicos y evolutivos que ocurren en medios insulares y, además, resulta básica para un manejo apropiado de estas especies amenazadas. Mediante el estudio de diferentes aspectos reproductivos (fenología y principales características de las gálbulas maduras), así como de la efectividad de sus respectivos dispersores de semillas, se ha podido evaluar la complejidad y la robustez del sistema de dispersión de semillas de J. cedrus y J. brevifolia. Los resultados mostraron un mayor potencial de reclutamiento en el caso de J. brevifolia, que presentó valores de viabilidad de semillas superiores a los de J. cedrus. En ambos casos, la efectividad de los procesos ornitócoros quedó patente, siendo aves de la familia Turdidae los principales dispersores de semillas tanto a nivel cuantitativo como cualitativo. Sin embargo, pese a la mayor complejidad del sistema de dispersión de J. cedrus, su dependencia del mirlo capiblanco Turdus torquatus para la dispersión a larga distancia de sus semillas denotó una mayor fragilidad que en el caso de J. brevifolia, donde el mirlo común T. merula, una ave nativa muy abundante y ubicua, resultó ser el principal dispersor de sus semillas. Con respecto a los patrones de colonización y diversificación de los cedros macaronésicos en sus respectivos archipiélagos, los análisis filogenéticos de la sección Juniperus indicaron historias evolutivas independientes, y apoyaron la propuesta de J. maderensis como una especie diferente a J. cedrus. El cedro do mato, mantiene altos valores de diversidad genética, cuya distribución indica una diversificación y colonización inter-insular temprana tras la colonización del archipiélago. Por el contrario, la composición genética del cedro canario se encuentra mucho más empobrecida, reflejo de un mayor grado de fragmentación de las poblaciones naturales. Sin embargo, dentro de este contexto general, la isla de La Gomera albergó los mayores niveles de diversidad y diferenciación genética, situándola en un lugar prioritario para la conservación del cedro canario. El conjunto de investigaciones desarrolladas a lo largo de esta Tesis Doctoral sitúan a J. brevifolia en un mejor estado de conservación que J. cedrus, aunque se trata de una especie que aún soporta numerosas perturbaciones antrópicas que deben ser paliadas. Por otro lado, la conservación de J. cedrus pasa inevitablemente por el mantenimiento a largo plazo de sus interacciones mutualistas de dispersión de semillas. Dichas interacciones resultan imprescindibles para la regeneración natural y para la existencia de un flujo génico efectivo, que asegure niveles de diversidad genética suficientes para la persistencia de las poblaciones.