Prevalencia y factores relacionados con el tabaquismo en profesionales y alumnos de enfermería

Resumen

El tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública, siendo la primera causa de muerte y enfermedad prevenible en el mundo. Los profesionales sanitarios son modelos a imitar en conductas referidas a la salud, debido a su papel y reconocimiento social. El estudio que presentamos proporciona información sobre la situación respecto al hábito tabáquico en la que se encuentran tanto los profesionales como futuros profesionales (alumnos) de enfermería. El objetivo del estudio ha sido conocer la prevalencia de fumadores y factores relacionados con el hábito tabáquico entre los profesionales de enfermería que trabajan en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, así como de los alumnos de enfermería de la Universidad de La Laguna (ULL). Material y métodos: Estudio descriptivo transversal realizado en una muestra de 386 enfermeros y 266 alumnos de primero y segundo de Grado en Enfermería de la ULL. Todos ellos cumplimentaron un cuestionario on-line, con preguntas sobre características sociodemográficas, factores relacionados con el hábito tabáquico, razones para dejar de fumar y para seguir fumando y el Test de Fagerström de dependencia a la nicotina. Resultados: Encontramos un 27% de fumadores actuales en el grupo de enfermeros frente a un 14,7% en el de los alumnos. En ambos grupos, el porcentaje de fumadores aumentaba con la edad y era mayor en el sexo masculino, en personas con hijos y que convivían con otros fumadores en el domicilio habitual. La principal razón para dejar de fumar tanto entre los enfermeros como entre los alumnos fue “Para evitar futuros problemas de salud (cáncer, EPOC, etc.)”. La principal razón para seguir fumando fue “Fumo por placer”, también en ambos colectivos. La puntuación media del Test de Fagerström fue de 3,6 entre los enfermeros fumadores y de 3,5 entre los alumnos fumadores. Conclusiones: Entre los profesionales y alumnos fumadores era mayor la proporción de los que convivían en el domicilio habitual con otros fumadores, los que habían empezado a fumar entre los 16-20 años de edad y los que consumían alcohol u otras drogas. También los que tenían la intención de dejarlo en un futuro lejano y los que creían que necesitarían ayuda para ello.