Estrategias para limitar el ensuciamiento de membranas sumergidas en biorreactores anaerobios

Resumen

En las últimas décadas, el desarrollo de la tecnología de biorreactores de membranas (MBR) ha supuesto un gran avance en el campo del tratamiento de las aguas residuales. Los MBR aerobios son una modificación del proceso convencional de lodos activados, donde la separación de la biomasa y el permeado se consigue mediante el uso de membranas, prescindiendo así del proceso de clarificación del tratamiento secundario. Esta tecnología, que comenzó a comercializarse en los años 70, no ha dejado de expandirse a causa de sus numerosas ventajas, permitiendo obtener efluentes de elevada calidad físico-química y parcialmente desinfectados, a través de sistemas muy compactos. No obstante, los elevados consumos energéticos derivados de la aeración, requerida en el proceso biológico y en el control del ensuciamiento de las membranas, ha fomentado la búsqueda de nuevas alternativas que sean económicamente sostenibles. Los biorreactores anaerobios de membranas (AnMBR) se posicionan como una tecnología de futuro prometedora, ya que proporcionan la capacidad de clarificación y desinfección de los MBR aerobios convencionales, pero sin la necesidad de la aeración, generando además, como subproducto, un gas combustible, el metano. Sin embargo, a día de hoy, el elevado grado de ensuciamiento que experimentan los módulos de membranas supone un incremento de los costes de capital (menor vida útil de las membranas y más operaciones de limpieza y mantenimiento) obligando a operar con flujos de permeado menores que los empleados habitualmente en los sistemas aerobios. En este sentido, la realización de investigaciones que profundicen en los fenómenos de ensuciamiento que tienen lugar en los AnMBR y orientadas al control y limitación del ensuciamiento de las membranas deberían ser acciones primordiales para el desarrollo futuro de esta tecnología y su implantación a escala real.