Diseño de un nuevo cribado nutricionalmétodo cipa

  1. Benítez Brito, Néstor
Dirigida por:
  1. Ignacio Llorente Gómez de Segura Director
  2. José Pablo Suárez Llanos Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de La Laguna

Fecha de defensa: 16 de diciembre de 2016

Tribunal:
  1. L. Morcillo Presidente/a
  2. Francisco Javier Novoa Mogollón Secretario/a
  3. Julia Álvarez Hernández Vocal
Departamento:
  1. Medicina Interna, Dermatología y Psiquiatría

Tipo: Tesis

Teseo: 446233 DIALNET

Resumen

Introducción. La Desnutrición Hospitalaria (DH) es un problema frecuente en los pacientes que ingresan en un hospital. Constituye un factor de mal pronóstico ya que contribuye a incrementar el número y la gravedad de las complicaciones de la propia enfermedad, a debilitar la capacidad de respuesta al tratamiento, a disminuir el grado de respuesta inmune o a elevar su morbi-mortalidad. La Resolución del Comité de Ministros del Consejo de Europa sobre alimentación y atención nutricional, aprobada el 12 de noviembre de 2003, puso de manifiesto la importancia de la desnutrición en los hospitales, así como establecer medidas encaminadas a su prevención y tratamiento. No obstante, muchos centros hospitalarios no prestan la suficiente atención al componente nutricional por parte de los distintos profesionales. En vistas de esta situación, se hace necesario establecer métodos de cribado sencillos que faciliten la detección de pacientes con DH por parte de personal sanitario no experto en nutrición, y que a su vez logre identificar a los pacientes que se podrían beneficiar de un tratamiento nutricional. Mediante la consecución de los siguientes objetivos surge la herramienta de Cribado Nutricional CIPA (Control de Ingestas, Proteínas y Antropometría); un nuevo método de cribado nutricional que satisface las necesidades comentadas. Objetivos. El objetivo de las tres publicaciones de las que se compone esta tesis doctoral ha sido diseñar, validar e implantar el cribado nutricional CIPA en las plantas de hospitalización del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC). Estudio 1: conocer la prevalencia de desnutrición hospitalaria o riesgo de la misma mediante el método inicial CIPA en pacientes hospitalizados del servicio de Medicina Interna del HUNSC, analizando las variables asociadas a mayor prevalencia de desnutrición y evaluando su efecto en el pronóstico clínico. Estudio 2: analizar la concordancia existente entre diferentes profesionales sanitarios a la hora de evaluar un Control de Ingestas (CI) de 72 h utilizado en el Cribado Nutricional CIPA. Estudio 3: analizar la relación del Índice de Masa Corporal (IMC) con la Circunferencia del Brazo (CB) para valorar si este último se puede utilizar en caso de imposibilidad para recoger el anterior, y establecer un punto de corte de CB equivalente a un IMC <18,5 kg/m2 (punto de corte utilizado en el cribado CIPA). Material y métodos. Estudio 1: análisis retrospectivo de los resultados del cribado nutricional inicial CIPA (IMC <18,5 kg/m2; albúmina < 3g/dl; proteínas <5g/dl, disminución de ingesta en 72h <50%) efectuado en el servicio de Medicina Interna (noviembre/2012-octubre/2013). Se analizó la prevalencia de DH y la asociación del resultado positivo en el cribado (al menos un ítem positivo) con las siguientes variables: IMC, edad, sexo, patología subyacente, estancia, tasa de reingreso precoz (< de 1 mes) y mortalidad. Se utilizó el test T-Student para muestras independientes para las variables cuantitativas y el chi-cuadrado para las variables cualitativas. Estudio 2: estudio prospectivo realizado en pacientes ingresados en plantas de hospitalización (febrero-octubre de 2014). Las variables recogidas fueron: edad, sexo, servicio médico, CI de 72 h y tipo de dieta. El objetivo del CI es valorar la cantidad de alimento consumido, diferenciando entre ingestas superiores o inferiores al 50%. Se analiza la concordancia de los resultados del CI dictaminados por un médico, una enfermera y un nutricionista (gold-standar) mediante el coeficiente Kappa (K). Posteriormente se calculó la Sensibilidad (S) y la Especificidad (E) de los CI positivos. Estudio 3: análisis retrospectivo de los datos antropométricos de pacientes hospitalizados durante el periodo 2004-2013. Se recogieron las siguientes variables: peso, talla, IMC, CB, sexo y edad. Se estudió la relación lineal entre la CB y el IMC (coeficiente de correlación lineal de Pearson), y la estimación de los coeficientes de la ecuación de regresión lineal simple. Para la variable continua CB se realizó una curva ROC (“Receiver Operating Characteristic”). Se calculó el Área Bajo la Curva (ABC) junto a su intervalo de confianza al 95%. En función de las coordenadas de la curva se seleccionó un punto de corte para la variable CB. Resultados. Estudio 1: se realizó el cribado CIPA a 305 pacientes (23% resultó positivo en el mismo). Los pacientes con cribado positivo presentaban un IMC inferior (24,9 ± 7,2 kg/m2 vs 27,8 ± 6,4 kg/m2; p=0,002). La patología neoplásica e infecciosa se asociaron a mayor positividad (35,3% y 28,9%, respectivamente; p=0,006). El sexo y la edad no se asociaron con el resultado del cribado. Los pacientes positivos presentaban mayor estancia media (26,7 ± 25 días vs 19,4 ± 16,5 días; p=0,005), mayor tasa de reingreso precoz (18,6% vs 6,8%; p=0,003) y mayor mortalidad (30% vs 10,3%; p<0,001). Estudio 2: se analizaron 176 controles de ingestas. Edad media: 63,70 ± 14,46 años; 42% mujeres. Servicios: Digestivo (22,2%), Neumología (42%), Medicina Interna (21,6%), Nefrología (9,1%), Otros (5,1%). Tipo de dieta: basal (23,3%), terapéutica (67%), consistencia modificada (4%), progresión gástrica (3,4%), y otros (2,3%). Se comparó el CI de enfermería vs. nutricionista (K=0,798; p<0,001), y del médico vs. nutricionista (K=0,823; p<0,001). La S y E de enfermería vs. nutricionista fue de 84% y 97%, mientras que entre el médico y nutricionista fue de 84% y 98%, respectivamente. Estudio 3: se analizaron 1373 pacientes que presentaban de media: edad: 56,24 ± 16,77 años, peso: 65,04 ± 15,51 kg; talla: 1,66 ± 0,09 m; IMC: 23,48 ± 5,03 kg/m2; CB: 26,95 ± 4,50 cm. La CB se relaciona adecuadamente con el IMC mediante la siguiente ecuación (regresión lineal simple): IMC = − 0,042 + 0,873 x CB (cm) (R2=0,609), con una r de Pearson de 0,78 (p<0,001). El ABC de la CB para un IMC <18,5 kg/m2 fue de 0,92 (IC 95%: 0,90-0,94; p<0.001). El valor de CB ≤22,5 cm presenta una S del 67,7%, E del 94,5%, y una clasificación correcta del 90%. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas del punto de corte seleccionado de CB para un IMC <18,5 kg/m2 en función del sexo (p=0,115) y la edad (p=0,694). Conclusiones. El cribado Nutricional CIPA ha sido diseñado, optimizado y validado en las plantas de hospitalización del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Estudio 1: el método inicial de cribado nutricional CIPA es capaz de detectar la DH o el riesgo de padecerla, pero además, detecta al paciente que presenta un peor pronóstico clínico (mayores tasas de mortalidad, estancia media y reingreso precoz) de manera significativa. Estudio 2: la concordancia de los resultados de un CI de 72 horas (ingestas < o > al 50%) realizado en pacientes hospitalizados por un médico, una enfermera y un nutricionista es alta, restando subjetividad a este parámetro. El CI resulta útil para su uso dentro de la práctica clínica habitual y, en concreto, dentro de cribados nutricionales como el CIPA. Estudio 3: la CB se correlaciona positivamente y de forma significativa con el IMC en el paciente hospitalizado. Una CB ≤ 22,5 cm se correlaciona adecuadamente con un IMC <18,5 kg/m2, independientemente de la edad y el sexo de los pacientes, aunque habría otras alternativas. La CB constituye una herramienta útil como marcador de un IMC <18,5 kg/m2, fundamentalmente en pacientes en los que no se pueda determinar el peso y/o la talla.