El turismo rural en Españaanálisis de la evolución del modelo de desarrollo y perspectivas futuras

Laburpena

Los procesos de cambio en las sociedades desarrolladas, tanto en los valores y estilos de vida, como en sus sistemas económicos y factores productivos, son continuos. Esas transformaciones influyen en la constante evolución del turismo como rama de actividad (Aguiló, 1996) y por consiguiente, el turismo entendido como un gran sistema de actividades, abierto, dinámico y en continuo crecimiento, se hace cada vez más complejo, extenso y diverso, al incorporar nuevos elementos y relaciones entre los mismos (Torres, 2006). Dentro de las diferentes clasificaciones sobre actividades turísticas, el turismo rural se ha ido configurando como una tipología de referencia, tanto si se analiza desde la perspectiva de la demanda (Esteban, 1996) como si se consideran sus implicaciones en el desarrollo de los espacios rurales (Ivars, 2000 y 2001"; Vera, Palomeque, Marchena y Anton, 1997 y 2011). Al integrar al turismo rural como parte del sistema turístico, las transformaciones socioeconómicas también han influido en su desarrollo, lo que ha supuesto su propio proceso de cambio y transición. Históricamente, el desarrollo del turismo rural se ha vinculado con los problemas de despoblación del medio rural, la emigración a la ciudad y el deterioro socioeconómico de las zonas rurales (Bote, 1987 y 1995; Carazo Garcia, 1982; Ivars, 2000). Se ha establecido de forma constante y permanente, una relación del turismo rural con el desarrollo local, especialmente a la hora de justificar el apoyo a esta actividad y, se ha considerado de forma generalizada como un elemento de economía social para la consecución de una serie de objetivos (Comisión de las Comunidades Europeas, 1990; Crosby, 1993; OCDE, 1994; Valdés, 1996; Vera et al., 1997 y 2011) Su desarrollo inicial trata de satisfacer las necesidades de una demanda turística en crecimiento, cuyas motivaciones y preferencias están vinculadas al medio rural y natural (Bote, 1988 y 1995; Fuentes, 1995; Cals, Capella y Vaqué, 1991; Valdés, 1996; Comisión de las Comunidades Europeas, 1990; entre otros) siendo necesario definir una oferta turística que sea a la vez complementaria y diferente a modelos turísticos tradicionales, especialmente en comparación con el sol y playa (Ivars, 2000; Vera et al., 1997 y 2011). Para ello, los primeros trabajos se centraron en la puesta en marcha de una oferta de alojamiento ubicada en el medio rural que integran al turismo en su actividad primaria vinculada al sector agrícola y ganadero. Poco a poco se va configurando un tejido empresarial de pequeñas empresas familiares, de reducido tamaño, en entornos familiares y renta complementaria, vinculados al desarrollo rural (Lane, 1994; Fernández Hernández, 2008; Ivars, 2000 y 2001; Perez, 2001; Vera et al., 1997 y 2011; entre otros). Otro de los elementos que ha caracterizado al turismo rural ha sido su carácter subsidiario, por ser una actividad que ha recibido importante volúmenes de ayudas públicas, especialmente de las instituciones europeas al incluirse dentro de las políticas agrarias y de desarrollo rural (Cánoves, Villarino, Priestley y Blanco, 2004; Nilsson, 2002; Vera et al., 1997 y 2011; entre otros) Con el tiempo, el crecimiento de la actividad turística en el medio rural ha sido continuo, y el interés sobre esta actividad se ha puesto de manifiesto a través de numerosos análisis realizados. En la literatura científica se ha abordado el estudio del turismo rural a través de diferentes líneas de trabajo, así como su conceptualización, incorporando distintos criterios (territorio, demanda, oferta) lo que ha supuesto una notable variedad y dispersión de términos, acepciones y definiciones, según los diferentes enfoques. El análisis de la demanda turística de turismo rural también ha sido objeto de múltiples trabajos realizados sobre motivaciones de los turistas, la calidad percibida, o la valoración que realizan sobre la importancia y adecuación de atributos, tanto de empresas como de destinos rurales (Fuentes, 1994; Fernández, 2008; entre otros) Desde el lado de la oferta, se cuenta con diferentes estudios cuantitativos, especialmente de sus principales magnitudes, mientras que los estudios sobre la gestión y características de empresas de alojamiento rural son más reducidos (Valdés, 2004; Sharpley y Vass, 2006; entre otros) Desde la perspectiva del territorio y del destino, se ha considerado su importancia en el desarrollo rural y local, en la necesidad de cohesionar actividades y medio rural, especialmente incidiendo en planteamientos de sostenibilidad ambiental, social y cultural y también de las economías agrarias (Fernández Hernández, 2008; Ivars, 2001; Vera et al., 1997,2011;" entre otros). El examen de la literatura y de los diferentes estudios realizados, ponen de manifiesto que el turismo rural, como toda actividad turística, ha ido transformándose desde los diferentes ámbitos. Supone asumir una evolución y transformación de un modelo dentro de un sistema turístico, que cada vez es más diverso, dinámico y competitivo por lo que, tanto los destinos, como las empresas de alojamiento rural, han tenido que adaptarse en la forma de entender la actividad, como también en la necesidad avanzar en la gestión turística. Frente a un concepto ¿idealizado¿ del turismo rural (pequeños alojamientos que a cambio de precio prestan un alojamiento en un entorno rural y de naturaleza) se asienta un colectivo de microempresas integrado por empresarios individuales y sociedades pequeñas que han realizado importantes inversiones, en términos de capital e infraestructuras, y que se enfrentan, como cualquier otra empresa turística, a una sociedad cada vez más globalizada e interconectada, en donde la competitividad turística se ha incrementado notablemente, tanto a nivel de alojamiento, como entre destinos y tipos de turismo. Todo ello, nos lleva a plantear como objetivo general de esta tesis analizar la situación actual del turismo rural en España a través de dos enfoques. Por un lado, desde una perspectiva global y sectorial de la actividad, definir e identificar el modelo actual, y ver cómo ha evolucionado en sus planteamientos y objetivos. Por otra parte, dado que la base del desarrollo del turismo rural como actividad turística ha sido la configuración de una oferta de alojamiento ligada al medio rural, trataremos de describir la situación de esa oferta, que como empresas turísticas se enfrentan a un entorno competitivo y variable. Para ello analizaremos su visión y sus perspectivas sobre diferentes estrategias ligadas a la comercialización, formación, calidad, etc., que nos permitan definir en qué situación se encuentran.