La aplicación de los principios de necesidad y de capacidad de respuesta a las medidas judiciales con contenido terapéutico
- Pugliese Camacho, María Antonella
- Ana María Martín Rodríguez Doktormutter
Universität der Verteidigung: Universidad de La Laguna
Fecha de defensa: 29 von November von 2019
- Juan García García Präsident/in
- Cristina Ruiz Pacheco Sekretärin
- Rui Abrunhosa Gonçalves Vocal
Art: Dissertation
Zusammenfassung
La delincuencia juvenil es un fenómeno complejo que requiere un análisis desde una perspectiva multicausal. Los problemas de salud mental son uno de los factores que se suelen relacionar con la conducta delictiva, a pesar de que no existe evidencia empírica que relacione las necesidades de salud mental con la conducta delictiva de forma directa. Sin embargo, se sabe que evaluar e intervenir de forma eficaz a partir de decisiones adoptadas con criterios empíricos sobre estas necesidades, puede contribuir a la eficacia de los tratamientos para reducir el riesgo de reincidencia (Andrews y Bonta, 2010, Grisso, 2008). Por ello, es necesario el uso de instrumentos y prácticas basadas en la evidencia en el sistema de justicia juvenil. Las actitudes hacia este tipo de prácticas vienen determinadas, según Aarons (2005), por facilitadores organizacionales, características individuales, redes sociales laborales y predisposición individual a la innovación. Partiendo de estas premisas, en esta tesis se han llevado a cabo tres estudios interrelaciones. El Estudio 1 tiene la finalidad de describir las características de los menores que cumplen medidas judiciales con contenido terapéutico, y las intervenciones terapéuticas que se realizan en este contexto. El Estudio 2 se centra en el análisis de las evidencias de fiabilidad y validez de la adaptación española del MAYSI-2 (Grisso et al., 2001), realizada por Moreno y Andrés-Pueyo (InForSANA, 2012) en una muestra de jóvenes con medidas judiciales con contenido terapéutico. El Estudio 3 examina la valoración de los profesionales del sistema de justicia juvenil respecto a las medidas de contenido terapéutico, así como los aspectos organizacionales y personales que pudieran influir en dicha valoración y en su actitud hacia las prácticas basadas en la evidencia. Los resultados obtenidos muestran entre otras cuestiones que, existen diferencias entre los menores de Internamiento terapéutico y de Tratamiento ambulatorio en variables relacionadas con el menor y la familia, el delito y la medida, y la salud mental y el consumo de drogas, tanto en el primero como en el segundo estudio. Los menores de Internamiento terapéutico procedían con más frecuencia del sistema de acogimiento residencial, cometían el primer delito a edades más tempranas, su delito estaba más vinculado a la violencia o el consumo de drogas, y tenían más diagnósticos de salud mental, un patrón de consumo de drogas más abusivo y un mayor número de factores de riesgo de reincidencia. El Estudio 2 aportó asimismo evidencias de la fiabilidad del MAYSI-2, y de su validez convergente con el MACI (Millon, 1993), así como de su capacidad discriminante respecto a los menores de Internamiento terapéutico y Tratamiento ambulatorio, y respecto a los menores con y sin diagnósticos de salud mental. El Estudio 3 mostró la predisposición de los profesionales del sistema de justicia juvenil a usar prácticas basadas en la evidencia cuando sus objetivos para las medidas terapéuticas eran familiares y escolares, si estas prácticas les resultan atractivas o eran requeridas por un superior. En contra de las expectativas, esta relación no se dio cuando los objetivos de la intervención era el desarrollo personal del menor, que incluía la satisfacción de las necesidades de salud mental y el consumo de drogas. A partir de las conclusiones a las que se llega se propone que, en investigaciones futuras, se amplíe el tamaño de la muestra de menores con medidas judiciales terapéuticas para comprobar si las evidencias de fiabilidad y validez del MAYSI-2 se ven afectadas. Asimismo, habría que profundizar en el estudio de las actitudes de las prácticas basadas en la evidencia, analizando la relación entre la intención de conducta y la aplicación real de instrumentos desarrollados a partir de la investigación empírica.