Salud ambiental
- Arias Rodríguez, María de los Ángeles
- Álvarez Marante, Roberto
- Mompart García, María Paz (coord.)
Editorial: Difusión Avances de Enfermería - DAE
ISBN: 978-84-95626-25-7
Año de publicación: 2007
Páginas: 89-111
Tipo: Capítulo de Libro
Resumen
La salud ambiental se define como el equilibrio ecológico que ha de existir entre el ser humano y su medio, que haga posible su bienestar físico, mental y social. Forma parte de las actividades organizadas por la comunidad dirigidas a la protección de la salud, encaminadas a vigilar y controlar los factores de riesgo para la salud humana derivados de la contaminación física, química y biológica del ambiente. La higiene alimentaria es otra faceta de la protección de la salud. La influencia de los factores ambientales varía en función del grado de desarrollo de las comunidades. Así, mientras que las medidas básicas de infraestructura y saneamiento (abastecimiento de agua para consumo, depuración de aguas residuales y gestión de residuos) son comunes a todas ellas, los problemas más específicos relacionados con la contaminación atmosférica, el ruido o las radiaciones afectan especialmente a las más desarrolladas. El control sanitario del medio ambiente implica el establecimiento de unos valores límite para la exposición a los distintos parámetros de naturaleza física, química y biológica que sean seguros, de acuerdo a los conocimientos del momento, para la mayoría de la población. No se pueden asegurar niveles de exposición cero, ya que la tecnología actual genera contaminantes residuales, que se incorporan al aire, al agua y al suelo. Para conocer los factores de riesgo del medio físico (natural o modificado por la acción humana), que condicionan el estado de salud de la población de una zona o área geográfica, es necesario realizar un diagnóstico de salud, que comprende dos etapas: la identificación de los factores de riesgo y el análisis de su impacto en la salud. La puesta en marcha de actividades ha de basarse en acciones preventivas por un lado, para tratar de reducir el impacto de los factores de riesgo sobre la salud de la comunidad, y en la adopción de medidas correctoras para reconducir y poner bajo control las deficiencias observadas. Será necesario evaluar de forma periódica la cantidad y la calidad de las actividades que se lleven a cabo. Habrá que hacerlo en primer lugar con cada uno de los factores de riesgo identificados, cuantificándolos y, a continuación, el mismo enfoque para evaluar la disminución de la morbimortalidad. Ante los efectos negativos que el ser humano está ejerciendo sobre el ecosistema, con grave riesgo para la salud y supervivencia de las generaciones actuales y venideras, se ha empezado a tomar conciencia de la necesidad de preservarlo, utilizando los recursos de forma racional. El desarrollo sostenible trata de cumplir de forma equitativa con las necesidades de desarrollo y de carácter medioambiental de las generaciones presentes y futuras.