Consumo de alcohol y educación para la salud responsable

  1. Jesús Manuel Quintero-Febles 1
  2. Juan José Suárez-Sánchez 2
  3. Francisco-Javier Castro-Molina 3
  4. Josué Monzón Díaz 4
  1. 1 Enfermero Especialista Salud Mental, Unidad Desintoxicación Hospitalaria del Hospital Universitario de Canarias, Servicio Canario de Salud (SCS). Profesor Asociado Universidad de La Laguna (Tenerife), España
  2. 2 Enfermero equipo Atención Primaria, Centro de Salud El Carrizal (SCS). Profesor Asociado Universidad de La Laguna. (Tenerife), España
  3. 3 Enfermero Especialista Salud Mental, Unidad Internamiento Breve del Hospital Universitario de Canarias (SCS). Tenerife, España
  4. 4 Psiquiatra, Unidad Infanto-Juvenil del Hospital Universitario de Canarias (SCS). Tenerife, España
Revista:
Presencia: Salud mental, investigación y humanidades

ISSN: 1885-0219

Año de publicación: 2014

Volumen: 10

Número: 19

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Presencia: Salud mental, investigación y humanidades

Resumen

El alcohol es la droga de mayor penetración en la sociedad española, y aunque a nivel técnico nadie cuestiona que éste tiene esta consideración, a nivel social aún queda mucho por hacer para concienciar a la población acerca de la verdadera naturaleza de esta «sustancia legal» y de sus riesgos potenciales. No es difícil encontrar en los medios de comunicación, e inclusive en publicaciones supuestamente científicas, recomendaciones sobre su consumo beneficioso. La base de estas recomendaciones, de dudosa conciencia sanitaria, suele estar en estudios observacionales de seguimiento sobre salud cardiovascular donde han encontrado una coincidencia entre el consumo moderado de alcohol y una menor mortalidad prematura. Dichos estudios cuentan con algunas limitaciones metodológicas al no haberse evaluado otras variables como el tabaquismo, el ejercicio físico, el índice de masa corporal ni los posibles cambios en el hábito de consumo con los años. El «mensaje simplista» de que esta droga puede ser buena para reducir el riesgo de mortalidad, se convierte en engañoso cuando se descontextualiza del elevado número de riesgos y perjuicios que el alcohol puede causar a la salud. Todos los profesionales sanitarios debemos educar a la población enfatizando el daño potencial del consumo excesivo de alcohol en lugar de centrarse en algún posible beneficio de su consumo moderado. Los profesionales sanitarios, en todos sus ámbitos, tienen un papel relevante en la educación para la salud, enseñando a la población a reconocer la publicidad engañosa, y la información científica éticamente irresponsable.

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