Reflujo gastroesofágico y esofagitis en niños

  1. I. Carabaño Aguado 1
  2. H. Armas Ramos 2
  3. L. Ortigosa Castillo 3
  1. 1 Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid
  2. 2 Hospital Universitario de Canarias. La Laguna
  3. 3 Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria. Santa Cruz de Tenerife
Libro:
Tratamiento en Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica

Editorial: Ergon

ISBN: 9788417844998

Año de publicación: 2021

Páginas: 19-32

Tipo: Capítulo de Libro

Resumen

Las regurgitaciones o reflujo gastroesofágico (RGE) constituyen un motivo frecuente de consulta médica en los lactantes (50%), la mayoría de las veces sin repercusiones clínicas, situaciones que no suelen requerir pruebas complementarias diagnósticas ni tratamiento farmacológico. Por el contrario, en muchas menos ocasiones, la intensidad o frecuencia de las mismas pueden dañar el esófago y/o afectar el estado general del niño, constituyendo la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), que sí justifica la actuación diagnóstico-terapéutica del médico para evitar complicaciones. EI retraso pondero-estatural, el rechazo del alimento, la disfagia, la hemorragia digestiva como manifestaciones digestivas; el asma, neumonías recurrentes, el estridor laríngeo, las apneas, como manifestaciones respiratorias; u otras, como tortícolis o posturas distónicas, etc., pueden corresponderse con una ERGE. La modificación de los estilos de vida (evitar alimentos irritantes, evitar sobrealimentación, prevención del sobrepeso y de la obesidad, uso de espesantes en niños pequeños) es el escalón inicial del abordaje diagnóstico-terapéutico de la ERGE. En lactantes se ha de considerar, si dicho escalón inicial no ha resultado fructífero, la exclusión de proteínas de leche de vaca (PLV) durante 2-4 semanas, con reevaluación posterior. Los fármacos están indicados únicamente si la modificación de los estilos de vida no ha sido eficaz a la hora de controlar la sintomatología. En lactante, el tratamiento farmacológico está indicado si la prueba de exclusión con PLV no ha sido eficaz. EI tratamiento farmacológico en la ERGE consiste en la utilización de antisecretores (inhibidores de la bomba de protones, antagonistas H2). Dichos fármacos consiguen evitar en la mayoría de los casos el tratamiento quirúrgico. Dicha opción ha de reservarse como el último escalón terapéutico si las otras opciones no han conseguido la eficacia deseada. Entre las diferentes pruebas complementarias empleadas para precisar su diagnóstico (tránsito gastroesofágico radiológico, ecografía, manometría, gammagrafía), han adquirido un importante papel por su fiabilidad los estudios de monitorización de pHmetría e impedanciometría esofágica, así como la endoscopia digestiva alta con obtención de biopsias.