La grasa en la anatomía artísticaimportancia de la grasa como elemento configurador

  1. PÉREZ DE AMÉZAGA ESTEBAN, JOSÉ ANTONIO
Dirigée par:
  1. José Antonio Sosa Díaz-Saavedra Directeur/trice

Université de défendre: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

Fecha de defensa: 03 juillet 2015

Jury:
  1. Francisco Ortega Santana President
  2. Angeles Alemán Gómez Secrétaire
  3. Juan Bordes Caballero Rapporteur
  4. Ramiro Carrillo Fernández Rapporteur
  5. Juan Francisco Acosta Torres Rapporteur

Type: Thèses

Résumé

El objetivo de esta tesis es evidenciar la importancia del papel de la grasa como elemento configurador del cuerpo humano, siendo, de facto, el tercer elemento básico en la definición de la forma de la figura junto a los sistemas osteológico y miológico. El Homo Sapiens, único animal capaz de representarse a sí mismo, no se conformó en su afán de copiar “su exterior”, sino también, lo que supuso un proceso aún más interesante si cabe, se interesó en representar “su cuerpo interior”. Históricamente, y nos remitimos al Renacimiento, esa generación de imágenes del interior del cuerpo viene ligada al estudio de la medicina, ya que los médicos, al diseccionar los cadáveres, demandan los servicios de los artistas para registrar los distintos elementos que componen el cuerpo. Sin embargo, desde ese mismo momento, los artistas empiezan a interesarse, a modo particular, de como se compone ese interior del cuerpo, pues ese conocimiento de la naturaleza interna del hombre va a permitirles controlar mejor la representación de la figura. La atención de los artistas se centrará principalmente en el control de la forma y comportamiento de dos elementos básicos: el sistema óseo y el sistema muscular, lo que, a tenor de las inquietudes y fundamentos del renacimiento es, en principio, lógico. La representación de los músculos, que definen la forma hermosa hacia el exterior, y la representación de la eficaz estructura en la que se soportan, que está compuesta por los huesos, centran por completo la atención de los artistas de la época. Esto dará pié, con el devenir de los años, a una nueva disciplina, la “Anatomía artística”, que se incorporará, incluso, en los planes de estudio de las universidades. Esta disciplina se convertirá en el pilar básico en lo que a la representación artística del cuerpo se refiere hasta nuestros días donde, con mayor o menor interés, sigue manteniéndose prácticamente inalterable en cuanto a su contenido primigenio: el estudio de los sistemas osteológico y miológico del cuerpo. Si miramos a nuestro alrededor, si observamos a las personas que nos rodean, a nosotros mismos, nos es fácil detectar que la forma del cuerpos está condicionada por otro elemento, el tercero, que por más que se quiera negar ahí está, la grasa. Ésta no ha sido estudiada dentro de la disciplina de la Anatomía artística, se le ha negado su papel, entendemos, en pos de la representación de un cuerpo hermoso. Pero esto hoy, en pleno siglo XXI, es totalmente absurdo, pues la grasa es, y es nuestra intención sacarlo a la luz con este trabajo, ese tercer elemento configurador de la figura humana al cual tenemos que prestar atención en pos de una mejor y más veraz representación del cuerpo. La grasa no está ahí para molestar, muy al contrario, define distintas tipologías y se convierte en el elemento, morfológicamente hablando, mas variable y quizá más rico. El conocimiento profundo de la grasa nos ayudará, como decíamos, en una representación del cuerpo, pero no de un cuerpo más hermoso, sino de un “cuerpo real” En esta tesis hacemos un estudio sobre su comportamiento, sobre la manera en la que va definiendo la figura a tenor de su aumento, donde se acumula, que otros elementos intervienen en su forma, en definitiva, como se dibuja el cuerpo a tenor de su presencia, otorgándole el papel que le corresponde como ese tercer elemento configurador del cuerpo.