Diseño, validación y baremación de un instrumento para evaluar los predictores de la lectura

Laburpena

En las últimas décadas han ido acumulándose evidencias que indican que el desarrollo de habilidades como la conciencia fonológica en Educación Infantil puede favorecer el posterior aprendizaje de la lectura en todos los alumnos. Sabemos, además, que variables como la conciencia fonológica o la velocidad de denominación predicen el riesgo de dificultades específicas de aprendizaje de la lectura (dislexia) años después y que conviene detectar a los niños que tienen bajo desempeño en dichas áreas para que reciban intervención lo antes posible. La respuesta educativa sobre los predictores de la lectura es especialmente interesante para aquellos niños que van por detrás en su adquisición ya que, años después, van a mostrar una mayor probabilidad de presentar dificultades en la lectura precisa y fluida de palabras. Es ahí donde se inserta nuestra investigación, que tiene como objetivo general el de diseñar, validar y baremar un instrumento que mida el bajo rendimiento en dos predictores de la lectura ampliamente constatados (la conciencia fonológica y la velocidad de denominación). Este instrumento al que llamaremos EVAPRELEC (Instrumento para la Evaluación de los Predictores de la Lectura) ha tratado de cumplir en su diseño con algunas cualidades que hagan funcional su aplicación, esto es, que estuviera relacionado con aspectos curriculares, que se administrara en pocos minutos, que pudiera ser aplicado por el maestro de aula o que el coste de su aplicación fuera asequible. Para su desarrollo se siguieron una serie de fases basadas en lo descrito por los autores especializados en la construcción de test. En primer lugar, se seleccionaron aquellas variables que son consideradas predictoras de la lectura y que, como ya se ha mencionado antes, fueron la conciencia fonológica y la velocidad de denominación. Posteriormente, se elaboró un banco de ítems destinado a medir las variables indicadas anteriormente y se llevó a cabo el diseño de la prueba, que contó, finalmente, con siete tareas y 63 ítems. La prueba contó con la validez de contenido mediante el desarrollo de un grupo de expertos. En la siguiente fase se desarrolló un estudio piloto en el que se testó la versión inicial de la prueba y en el que participaron 127 alumnos escolarizados en el tercer curso de Educación Infantil. Tras los análisis relativos a la fiabilidad y validez de esa primera versión la prueba se redujo a cuatro tareas y 23 ítems. Posteriormente, se llevó a cabo el estudio de la versión definitiva de la prueba con las mejoras incorporadas tras la realización del estudio piloto. Participaron 149 niños escolarizados en tercero de Educación Infantil. Se encontraron evidencias de una fiabilidad entre moderada y excelente para las diferentes tareas, así como evidencias que se estiman suficientes para apoyar el hecho de que la prueba muestra validez de contenido, validez interna y validez concurrente. Además, se establecieron los baremos de la prueba de manera que pudiera contrastarse el rendimiento de un alumno individual con el de su grupo normativo. Finalmente, se discutieron los puntos fuertes y débiles de la prueba y se describieron perspectivas de actuación futura en cuanto a su desarrollo. Palabras clave: problemas de aprendizaje, psicopedagogía.