Citocinas y daño oxidante en la hepatitis alcohólica

  1. SÁNCHEZ PEREZ, MARÍA JOSÉ
Dirixida por:
  1. Carlos Emilio González Reimers Director
  2. Eva María Rodríguez Rodríguez Co-director

Universidade de defensa: Universidad de La Laguna

Fecha de defensa: 16 de xuño de 2006

Tribunal:
  1. Luis Hernández Nieto Presidente/a
  2. Antonio Martínez Riera Secretario
  3. Alicia Conde Martel Vogal
  4. Antonio Milena Abril Vogal
  5. María Remedios Alemán Valls Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 131856 DIALNET

Resumo

El consumo crónico de alcohol supone un problema socio-sanitario de primer orden. Esta sustancia puede afectar a la mayoría de órganos de la economía siendo la afectación hepática la más importante. Con este trabajo intentamos analizar el papel relativo de las citocinas y parámetros de peroxidación lipídica en la patogenia de la hepatopatía alcohólica así como su relación con el pronóstico y mortalidad. Actualmente podemos considerar a la hepatopatía alcohólica como una enfermedad inflamatoria en base a estudios previos que demuestran alteraciones del sistema inmune y elevación de ciertas citocinas en la misma, tanto en la fase aguda como en la crónica. Estudiamos un grupo de 61 pacientes (53 hombres y 8 mujeres) con consumo activo de alcohol y diagnóstico de Hepatitis aguda alcohólica al ingreso en los que se realizó, entre otros, determinación en los día 1 y 7 del ingreso, de Interleucina-6, Interleucina-8, Factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa), Interleucina -4, Interleucina-10, Interferón gamma (INF-gamma), proteína C reactiva (PCR) y, como marcador de peroxidación lipidica, Malonildialdehído (MDA). Encontramos que las citocinas proinflamatorias (IL-6, IL-8 u TNF-alfa) estaban más elevadas en cirroticos y con clara relación con la función y gravedad de la afectación hepática. Tanto las citocinas de patrón Th1 (INFf-gamma) como de patrón Th2 (IL-4) resultaron elevadas en nuestros pacientes con relación variable con la función hepática. Los niveles de IK-10 resultaron en el límite bajo de la normalidad en la mayoría de pacientes y no presentó relación con ninguno de los parámetros de función hepática analizados. La PCR sólo se elevó en un 25% de pacientes sin relacionarse con la presencia de infección; únicamente se relacionó con la función hepática a la semana de estudio. El MDA estaba significativamente elevado en los pacientes cirróticos frente al resto de grupos y presentaba además clara relación co