Obstrucción venosa de la retina, más allá de la pérdida de visión
- R. Díaz Rodríguez
- C.G. Rubio Rodríguez
- R. Abreu González
- M. Alonso Plasencia
- A. Afonso Rodríguez
- María A. Gil Hernández
ISSN: 0211-2698
Año de publicación: 2019
Número: 30
Páginas: 45-48
Tipo: Artículo
Otras publicaciones en: Archivos de la Sociedad Canaria de Oftalmología
Resumen
Objetivo: Analizar las características basales de los pacientes con diagnóstico de oclusión venosa retiniana (OVR) atendidos en nuestro servicio y analizar la actitud del oftalmólogo en cuanto a la detección e integración de los hallazgos oftalmológicos con la patología sistémica subyacente. Método: Estudio retrospectivo, descriptivo y transversal de todos los pacientes diagnosticados de OVR y edema macular que fueron tratados con terapia intravítrea entre enero y diciembre de 2016 en nuestro centro. Se estudiaron las características epidemiológicas basales, la terapia antiagregante pre y postdiagnóstico, la actitud del oftalmólogo con respecto a la derivación al especialista de atención primaria o medicina interna y los eventos cardiovasculares posteriores al diagnóstico. Resultados: Se incluyeron un total de 66 ojos de 66 pacientes, con una edad media de 67,77 ± 12,93 años, en su mayoría mujeres (51,51%/), y con OVR de rama (59,09%). Solo 6 (9.09%) pacientes eran de menos de 50 años y 7 (10,60%) sin factores de riesgo cardiovascular (FRCV) conocidos. Los más frecuentes fueron la hipertensión arterial (71,21%), la dislipemia (57,57%) y la obesidad (63,63%). Un 22,72% de los pacientes presentaban enfermedades protrombóticas previas. Nueve pacientes fueron remitidos a otro especialista para estudio, de los que 3 fueron diagnosticados de síndrome antifosfolípido, siendo 1 menor de 50 años y otro sin FRCV conocidos. De estos dos grupos de pacientes, ningún otro fue remitido para estudio. Dos pacientes sufrieron eventos cardiovasculares en el año siguiente al diagnóstico. Conclusiones: Es responsabilidad del oftalmólogo realizar un despistaje básico de los FRCV en todos los pacientes con OVR, añadiendo un estudio de trombofilia en menores de 50 años o pacientes sin factores de riesgo conocidos, idealmente dentro de los dos primeros meses tras el diagnóstico.