La evaluación psicopedagógica del alumnado cultural y lingüísticamente diversoun estudio exploratorio sobre las prácticas de los orientadores

  1. Talavera Pérez, Isabel 1
  2. Guzmán Rosquete, Remedios 1
  1. 1 Universidad de La Laguna
    info

    Universidad de La Laguna

    San Cristobal de La Laguna, España

    ROR https://ror.org/01r9z8p25

Revista:
Revista complutense de educación

ISSN: 1130-2496 1988-2793

Año de publicación: 2018

Volumen: 29

Número: 1

Páginas: 11-26

Tipo: Artículo

DOI: 10.5209/RCED.51916 DIALNET GOOGLE SCHOLAR lock_openAcceso abierto editor

Otras publicaciones en: Revista complutense de educación

Resumen

Consecuencia de los flujos migratorios que se han producido en la última década en gran parte de los países, las políticas educativas europeas han mostrado un creciente interés y preocupación por la respuesta educativa que recibe el alumnado cultural y lingüísticamente diverso (CLD). Al respecto, diversos informes y estudios han destacado la sobreidentificación del alumnado CLD en aulas de Educación Especial. Ello ha contribuido a cuestionar la validez de las prácticas diagnósticas, y de sus instrumentos, cuando se tiene que identificar  las Necesidades Específicas de Apoyo Educativo de algún estudiante CLD. En España se desconocen estudios que hayan indagado sobre las prácticas diagnósticas que realizan los profesionales para identificar las necesidades educativas de estos estudiantes. La principal finalidad de este estudio fue explorar las prácticas de evaluación psicopedagógica que llevan a cabo los/as orientadores/as escolares cuando tienen que identificar las NEAE del alumnado CLD escolarizados en centros de Educación Primaria y Secundaria. La muestra estuvo formada por 64 orientadores/as, pertenecientes a 13 Equipos Psicopedagógicos de Tenerife, que trabajan en centros con alumnado CLD. Se diseñó un cuestionario ad hoc formado por 21 preguntas, agrupadas en cuatro dimensiones: I) Variables socio demográficas y experiencia profesional, II) Factores de la Evaluación psicopedagógica, III) Selección y uso de instrumentos diagnóstico y, IV) Evaluación de la competencia lingüística y el uso de intérpretes. Se presentan los resultados sobre las prácticas más frecuentes que utilizan los orientadores cuando realizan evaluaciones al alumnado CLD, con o sin dominio del idioma español, en relación a: factores a los que conceden importancia, evaluación de la competencia lingüística y del nivel de aculturación, selección  y uso de instrumentos diagnósticos y experiencias con uso de intérpretes.

Información de financiación

Por otro lado, se ha señalado que cuando se está evaluando a un estudiante que no domina la lengua de instrucción con objeto de decidir si requieren o no los ser-vicios de EE se ha prestado poca importancia a su L1 (Klingner y Harris, 2006). De hecho, la falta de dominio de la lengua de instrucción ha sido considerado uno de los factores que más vulnerabilidad ha producido en estos estudiantes a la hora de ser ubicados en aulas de educación especial (European Agency for Development in Special Needs Education, 2009). Por ello, se ha sugerido la conveniencia de eva-luar la competencia lingüista en ambas lenguas, por parte de profesionales bilin-gües (DeKeyser et al, 2010; Rhodes et al., 2005). Nuestros resultados sugieren que estos profesionales conocían que una de las habilidades críticas en la EPs de estos estudiantes es la competencia lingüística. Así, un alto porcentaje de orientadores/ as señaló que debe recogerse información sobre las destrezas que tiene el alumno en su L1 y L2 en los contextos interpersonales y académicos, además de la lengua en la que se comunica con sus padres y hermanos. Ello nos permite afirmar que, al menos implícitamente, estos profesionales cuando identifican las necesidades educativas de un alumno/a con una lengua diferente al español, consideran la im-portancia de aislar los factores que tienen que ver con el desarrollo y aprendizaje de una L2, de aquellos otros que se puedan estar manifestando en su propia L1. No obstante, el análisis de sus respuestas en relación al uso de instrumentos que uti-lizan para evaluar esta habilidad y las prácticas con intérpretes, nos lleva a pensar que la evaluación de la competencia lingüística está más orientada a conocer las habilidades lingüísticas en términos de habilidades interpersonales, que a identi-ficar la competencia lingüística académica (Cognitive Academic Language Proficiency) (Cummins, 1994). Esta afirmación la apoyamos, por una parte, en que la mayoría de estos profesionales manifestaron que sus conocimientos sobre una L2 son básicos. Si bien, esta práctica parece ser habitual (Lopes, 2005; Ochoa, et al, 2004), más de la mitad de estos profesionales reconocieron no haber utilizado al-guna vez intérpretes cuando realizan estas evaluaciones, y cuando han recurrido a ellos, es para comunicarse con la familia. Por otra parte, los encuestados informa-ron que evalúan la competencia lingüística en L1 y L2 principalmente utilizando procedimientos informales (p.e., entrevistas, consultando a otros especialistas) y, aproximadamente, la mitad respondieron que no utilizan procedimientos formales. En general, la competencia lingüística es una habilidad que ha sido evaluada a partir de informes o valoraciones de los profesionales. Sin embargo, se ha seña-lado que los procedimientos informales, sin combinarlos con otros instrumentos formales, no son los más adecuados para evaluar esta habilidad cuando se trata de determinar si las necesidades especiales que presenta un estudiante se deben a un conocimiento limitado de la L2 o a que presenta otras dificultades de aprendizaje (Jiménez y O´Shanaham, 2012; Klingner, y Harris, 2006).

Financiadores

Referencias bibliográficas

  • Acevedo-Polakovich, I. D., Reynago-Abiko, G., Garriott, p. O., Derefinko, K.J., Wimsatt, M. K., Gudonis, L. C., et al. (2007).Beyond instrument selection: Cultural considerations in the psychological assessment of U.S. Latinas/os. Professional Psychology: Research and Practice, 38, 375-384.
  • Aera, Apa y Ncme (American Educational Research Association, American Psychological Association & National Council on Measurement in Education), (1999). Standards for educational and psychological testing. Washington, DC: Author.
  • Carrasco, S. (2003).La escolarización de los hijos e hijas de inmigrantes y de minorías étnicoculturales. Revista de Educación, 330, 99-136.
  • Cummins, J. (1994). Knowledge, power and identity in teaching English as a second language. En F. Genesee (Ed.) Educating second language children: The whole child, the whole curriculum, the whole community (pp.33-58). Cambridge: Cambridge University.
  • Decreto 104/2010, de 29 de julio, por el que se regula la atención a la diversidad del alumnado en el ámbito de la enseñanza no universitaria de Canarias. (BOC n.º 154, de 6 de agosto de 2010).
  • Decker, S. L, Hale, J. B., y Flanagan, D.P. (2013). Professional practice issues in the assessment of cognitive functioning for educational applications. Psychology in the Schools, 50, 300-313.
  • Dekeyser, R., Alfi-Shabtay, I., y Ravid, D. (2010). Cross-linguistic evidence for the nature of age effects in second language acquisition. Applied Psycholinguistics, 31, 413-438.
  • European Agency for Development in Special Needs Education, 2009. Multicultural Diversity and Special Needs Education, Odense, Denmark: European Agency for Development in Special Needs Education. [Consultado en: www.european-agency.org].
  • Fernandez, K., Boccaccini, M., y Noland, R. (2007). Professionally responsible test selection for Spanish-speaking clients: A four-step approach for identifying and selecting translated tests. Professional Psychology: Research and Practice, 38, 363-374.
  • Figueroa, R. (1990). Best practices in the assessment of bilingual children. En A.Thomas y J. Grimes (Eds.), Best practices in school psychology II (pp. 93-106). Washington, DC: National Association of School Psychologists.
  • Graves, S., Proctor, S., y Aston, C. (2014). Professional roles and practices of school psychologists in urban schools. Psychology in the Schools, 51(4), 384-394.
  • Guzmán, R. (2006).El proceso y los instrumentos de evaluación en contextos educativos multiculturales. En O. M.ª Alegre (Dir.) Organización escolar y diversidad (pp. 567-593). Málaga: Aljibe.
  • Guzmán, R., y Jiménez, J.(2012). Dislexia y diversidad cultural. En J. E. Jiménez (Coord.) Dislexia en español. Prevalencia e indicadores cognitivos, culturales, familiares y biológicos (pp. 171-185). Madrid: Pirámide.
  • Jiménez, J.E. y O’Shanahan, J. (2012). Dislexia y bilingüismo En J. E. Jiménez (Coord.) Dislexia en español. Prevalencia e indicadores cognitivos, culturales, familiares y biológicos (pp.155-169). Madrid: Pirámide.
  • Klingner, J. K., Artiles, A. J. y Méndez, L. (2006). English Language Learners who struggle with Reading: Language Acquisition or LD? Journal of Learning Disabilities, 39, 108-128.
  • Klingner, J., y Harry, B. (2006). The special education referral and decision-making process for English language learners: Child study team meetings and placement conferences. Teachers College Record, 108, 2247-2281.
  • Kranzler, J., Flores, C., y Coady, M. (2010). Examination of the Cross-Battery Approach for the Cognitive Assessment of Children and Youth From Diverse Linguistic and Cultural Backgrounds. School Psychology Review, 39(3), 431-446.
  • Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, De Educación (LOE).
  • Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).
  • Lindsay, G., Pather, S. y Strand, S. (2006). Special Educational Needs and Ethnicity: Issues of Over- and Under-Representation, Centre for Educational Development, Appraisal and Research & Institute of Education. University of Warwick. Research Report RR7 [Recuperado en: http://217.35.77.12/CB/england/research/pdfs/2006/RR757.pdf]
  • Lopes, C. J. (2005). Bilingual school psychologists’ practices with students with limited English proficiency. Unpublished doctoral dissertation, University of Rhode Island.
  • López, E. (2002). Best practices in working with school interpreters to deliver psychological services to children and families. En A. Thomas & J. Grimes (Eds.), Best practices in school psychology IV (pp. 1419-432).Washington, DC:National Association of School Psychologists.
  • Muñoz-Sandoval, A., Cummins, J., Alvarado, C., y Ruef, M. (1998). Bilingual verbal ability tests: Comprehensive manual. Itasca, IL: Riverside.
  • O’Bryon, E., y Rogers, M. (2010) Bilingual School Psychologists’ Assessment Practices with English Language Learners. Psychology in the Schools, 47(10), 1018-1034.
  • Ochoa, S. H., Riccio, C., Jimenez, S., Garcia de Alba, R., y Sines, M. (2004).Psychological assessment of English language learners and/or bilingual students: An investigation of school psychologists’ current practices. Journal of Psychoeducational Assessment, 22, 185-208.
  • Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia. Informe anual 2005. El racismo y la xenofobia en los Estados miembros de la UE. Tendencias, evolución y buenas prácticas.
  • Orden 7036/2010 de 13 de diciembre de 2010, por la que se regula la atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo en la Comunidad Autónoma de Canarias.
  • Ortiz, S.O. (2008). Best practices in nondiscriminatory assessment. En A. Thomas & J. Grimes (Eds.), Best practices in school psychology V (pp. 661-678). Bethesda, MD: National Association of School Psychologists.
  • Rhodes, R., Ochoa, S., y Ortiz, S. (2005). Assessing culturally and linguistically diverse students: A practical guide. New York: Guilford Press.
  • Suzuki, L., Ponterotto, G., y Meller, p. (2000). Multicultural Assessment. Trends and Directions Revisited. En L. A. Suzuki, G. Ponterotto y P.J. Meller (Eds.),Handbook of Multicultural Assessment, (pp. 569-574). San Francisco: Jossey-Bass.
  • Verthelyi, R.F. (1999). La evaluación multicultural: adecuación de los instrumentos y formación del psicólogo. En R. Verthelyi Nuevos temas en evaluación psicológica (pp. 21-37). Buenos Aires: Lugar Editorial.