Marcel Prévost y la burguesía femenina en la Modern-bibliothèque de Arthème Fayard. Moral y erotismo de un académico de fin de siglo

  1. LUENGO LOPEZ, JORGE AUGUSTO
Zuzendaria:
  1. Juan Jiménez-Salcedo Zuzendaria
  2. Lydia Vázquez Jiménez Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea

Fecha de defensa: 2017(e)ko uztaila-(a)k 07

Epaimahaia:
  1. Dulce María González Doreste Presidentea
  2. Juan Manuel Ibeas Altamira Idazkaria
  3. Claude Benoît Kidea
  4. Loreto Casado Candelas Kidea
  5. María Dolores Bermúdez Medina Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 142918 DIALNET

Laburpena

Marcel Prévost fue uno de los académicos que publicó un considerable número de sus obras en laModern-Bibliothèque de Arthème Fayard, siendo, además, calificado por la prensa y crítica literaria, nosólo francesa, sino también internacional, como uno de los autores que abordaban con mayor análisistodo aquello que atañía a las mujeres. Se le llegó incluso a tachar de feminista, pero, en realidad, no eramás que un fiel testigo de los cambios que estaban aconteciendo en ese período intersecular, además deser uno de los primeros en advertir algunas de las imágenes culturales que se generaron, y a las queincluso él mismo dio nombre. En ese sentido, los cientos de miles de ejemplares que se vendieron de laobra de Prévost a través de la Modern-bibliothèque contribuyeron a permeabilizar los valores de unaburguesía transgresora con la tradición consuetudinaria en el seno de la sociedad francesa. El análisisliterario de estos títulos resulta, pues, clave para comprender las nuevas libertades que las mujeres iríanadquiriendo a lo largo del siglo xx, quedando este fenómeno de manifiesto en todas, y cada una, de lasdimensiones de la realidad de la sociedad francesa de la Belle Époque. Un análisis que se centrará, por lotanto, en ver cómo la Modern-bibliothèque posibilitó que las reflexiones realizadas por Prévost en torno alas señoritas burguesas llegaran a capas populares. La presente investigación, se trataba, pues, de unnuevo público lector que ignoraba la existencia de mujeres como las semi-vírgenes, que los valores quepreconizaba el patriarcado estuvieran tan corruptos o que el ideal de la «feminidad tradicional» atribuidaa las mujeres burguesas, no fuera más que una entelequia que se enaltecía como una idea regulativa aseguir, cuando, en realidad, era más bien otra ficción literaria